Sin perder la calma, con manejo inteligente de la situación y administrando sus fuerzas, José Mendoza, corajudo líder de la Vuelta al Táchira 2016, ejerció control sobre sus rivales en la emocionante y vistosa novena etapa de la competencia, penúltima del programa, para mantener en su poder la camiseta amarilla, dentro de una jornada que vio cruzar victorioso a José García (Yaracuy), por allá, en los 2 mil 300 metros de altitud, sobre un premio de montaña de primera categoría, que además le permitió afianzarse en el liderato de la clasificación correspondiente a los escaladores.
García dejó atrás a Yeison Delgado en los últimos metros para pasar en solitario sobre la raya de sentencia y aventarlo por siete segundos, luego de unos tres kilómetros previos en los que libraron un vibrante mano a mano por la conquista parcial.
El representante del equipo Gobernación de Yaracuy –pero oriundo de tierras orientales- marcó tiempo de 3 horas, 56 minutos y 32 segundos para los 138 kilómetros entre El Piñal, San Joaquín de Navay y Casa del Padre, dentro de la que es considerada la jornada de mayor exigencia dentro del giro andino, con unos últimos 20 kilómetros “infernales”, de subida pura, con rampas de hasta 14 por ciento de desnivel, entre curva y curva y con una elevada temperatura en el trecho de cierre, pese a que la meta estaba en zona de páramo. No faltó el apoyo del público, que se apostó en los márgenes de la calzada, en ese paraje turístico hermoso de la zona alta del estado Táchira, con tránsito por un bosque de árboles en los kilómetros finales, propio de las fracciones emblemáticas del Giro de Italia.
No fue, sin embargo, una jornada determinante, como ocurrió en la edición anterior, cuando José Rujano “reventó” a Juan Murillo para arrebatarle el liderato y quedar a las puertas del título. Mendoza, el guapo corredor del Café Flor de Patria trujillano, cumplió con el objetivo de defender su condición de líder, pero rivales como Yeison Delgado, Yosvang Rojas y Ronald “Torito” González aprovecharon para recortar diferencias, y entrará a la jornada de cierre con cinco contrincantes muy cerca suyo, a diferencia por debajo del minuto y medio. Palabras más, palabras menos, nada está definido.
Lo que sí quedó confirmado fue el mal momento de Rujano, que se asomó al pie de la cuesta, pero perdió el paso de manera estrepitosa conformé avanzó el recorrido y pasó por la llegada muy retrasado. Era su última oportunidad para “revivir”, pero allí prácticamente tiro la toalla, por lo que la tarea de buscar un quinto título –si no se retira- quedará para los próximos años.
Fuga y descuento
La jornada de dividió en un par de capítulos, uno mientras se rodó en terreno plano y otro cuando apareció la montaña, siempre con el calor a importante intensidad. En ese primera parte, cinco hombres tomaron papel protagónico, al involucrarse en una fuga, poco después del banderazo en El Piñal, a las 9 y 30 de la mañana. Entre los fugados, los nombres más importantes eran los de Yhonathan Salinas y Jackson Rodríguez, que trabajaban en función de ganar la etapa, y Yorman Fuentes, empecinado en sumar puntos en los premios esprint.
Fuentes dominó los cuatro pasos del día (kilómetros 40, 70, 91 y 104) y abrochó de manera virtual el título de la modalidad, pero bajó la marcha cuando la caravana llegó a San Cristóbal y se insinuaba la montaña, ya con el objetivo cumplido.
Del quinteto de “fugitivos”, Salinas y Rodríguez fueron los últimos en entregarse. Las fuerzas les alcanzaron para llegar a Palmira, a 20 kilómetros de la meta, pero los que venían de atrás, como unas “balas” les sobrepasaron para acabar con la aventura de más de 100 kilómetros.
En pleno ascenso llegó la prueba de fuego para el líder Mendoza, quien manejó con mucha tranquilidad la situación. No persiguió a cuanto rival se le fue, sino que se dedicó a vigilar de cerca al costarricense Joseph Chavarría, de sus antagonistas, quien más cerca está.
Por eso no perdió la calma cuando atacó Delgado, que se marchó con García, a la postre vencedor del día, ni tampoco se desesperó en el momento en que saltaron Ronald González y Yosvang Rojas. Los tuvo allí, a la distancia, a sabiendas que no les iba alcanzar para destronarlo y consciente de que no podía gastar todas las energías en la persecución, cuando debe afrontar todavía la porción de cierre, que, por lo que se escucha en la carrera, será de múltiples ataques.
Eso sí, no pudo evitar que hombres como Delgado, González y Rojas se colocasen más cerca. La tarea es dura en la fracción dominical, con tantos rivales a corta distancia y sin tener un equipo sólido para contrarrestar.
El segmento final prevé distancia de 152 kilómetros, con un circuito inicial entre Ureña y San Antonio, en la línea fronteriza, para luego tomar un duro terreno hacia Rubio, con dos altos puntuables en agenda, descender a San Cristóbal y acometer la subida final hacia el velódromo J.J. Mora de la capital aurinegra.
