El Centro de Historia Larense reunió la mañana de este miércoles a un grupo de mujeres y hombres, muchos de ellos vecinos del sector inmediato a la plaza Lara, para, además de recordar agradables anécdotas, reiniciar los conversatorios en vísperas de la visita de la Divina Pastora a Barquisimeto.
Raúl Azparren recordó que la hoy iglesia San Francisco fue la primera catedral de la capital larense y era el sitio de llegada de la patrona de los larenses cada 14 de enero.
Estos conversatorios eran organizados por la Fundación Amigos de Barquisimeto y el Centro de Historia Larense, encabezado por el historiador Francisco Cañizales Verde, siempre presente espiritualmente en cada reunión.
Iván Brito, presentador de la reunión, se refirió a fechas históricas de la plaza Lara y otros sectores de Barquisimeto.
Reinaldo Rojas, Fredy Castillo, Raúl Azparren, Yuyita de Chiossone y otros vecinos de la plaza Lara se refirieron a la necesidad de rescatar ese tradicional sector de la ciudad.
Azparren leyó uno de los tantos artículos publicados por su progenitor, el recordado don Raúl Azpárren, permanente luchador por la capital.
El historiador Reinaldo Rojas se refirió a la importancia de la vecindad, llamó la atención sobre la pérdida de la calidad del vecino, producto de la riqueza petrolera.
“Debemos rescatar la vida cotidiana de la ciudad”, enfatizó, mientras hacía referencia a la plaza Lara que ”forma parte del Centro de Historia Larense, que este año cumple 75 de fundado”.
Apellidos como Castillo, Losada, Álvarez, Octavio, Méndez Pineda, Arráez, la bodega de “Colacho”, “Ticopín”, como dijo, llamaban cariñosamente a Humberto Campins Camejo, el vecino de la plaza Lara que desde hace años es científico de la NASA. Dedicó espacio aparte a Enma Silveira, pianista amiga de Teresa de la Parra, quien puso muy en alto el nombre de Barquisimeto en Europa. Sus nombres se escucharon en el salón en la voz de Yuyita de Chiossone.
El doctor Freddy Castillo hizo reír a los presentes con unas cuantas anécdotas.
Durante el conversatorio, la atención por parte de los presentes fue plena porque las mujeres y los hombres que colmaron el histórico salón, estaban relacionados con los personajes evocados.
La convocatoria quedó pendiente para cada 13 de enero y cualquier día que deseen acercarse a la historia de la ciudad, bien guardada en la antigua casona.