Los jóvenes protagonizaron en 2015 el Cordón de la Fe con motivo del Año Jubilar de la Juventud. Este año, las familias encabezarán el Acompañamiento de la Fe, como fue titulado por monseñor Antonio José López Castillo.
Ana Cecilia Leal y Mario Díaz, directores de+ la Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de Barquisimeto, recibieron la misión de acompañamiento a la Divina Pastora en su visita 160.
Leal explicó que numerosas familias barquisimetanas caminaran alrededor de la Virgen.
“La idea es que sea una peregrinación espiritual y no una feria, a la cual asistamos como familia, en oración, cantando y haciendo saber que nuestra Madre intercede por nosotros. Las familias darán el ejemplo, como sinónimo de recogimiento”.
Unas 1.200 personas integrarán el Acompañamiento de la Fe. Padres y jóvenes a partir de los 16 años.
El proceso se inició en las zonas pastorales, tocando todas las parroquias, ya que las comunidades están compuestas por familias. En la página web de la Pastoral Familiar se inscribieron las familias que participarán este 14 de enero en la procesión, dijo Leal.
Dinámica
El anillo arrancará con 600 personas en la localidad de Santa Rosa, donde las familias se concentrarán desde las 5:00 de la mañana.
Luego, a partir de las 9:00 de la mañana, se armará el otro anillo familiar en la Plaza Macario Yépez. Este grupo se integrará al que viene de Santa Rosa.
Igualmente en la Catedral de Barquisimeto. Cuando salga el anillo de la Macario Yépez, se encontrará con el otro grupo en el citado templo, que se formará a partir de las 2:00 de la tarde.
Signo
Integrantes de la pastoral familiar y juvenil estarán Identificados con una bandana color amarillo, logos y credenciales.
Se destaca que realizaron tres ensayos, dos en Santa Rosa y uno en la plaza Macario Yépez, en este último participaron más de 350 personas.
Desde la familia
El propósito es poner en práctica los valores y nada mejor que hacerlo desde la familia, añadió la entrevistada.
“Es a partir de la familia que construimos una nueva sociedad. Como familia tenemos que dar a conocer a Dios a nuestros hijos. La familia enseña el amor de Dios, eso es desde el seno familiar. Significa dar el ejemplo como testimonio de vida. Como familia podemos hacer un cambio a nivel de cada persona porque hemos perdido mucha sensibilidad hacia lo que representa la familia. Las dificultades existen en todo matrimonio pero también tenemos las herramientas para construir mejores familias y una mejor sociedad”.
El padre Eusebio Usuga, asesor de la Pastoral Familiar, explicó que en el Año de la Misericordia se impartirá la indulgencia plenaria y parcial.
“Así lo ha querido el papa Francisco. La indulgencia es la cancelación de la pena que adquirimos por el pecado. Es distinto al perdón. Si cometes un pecado, tienes una falta que Dios perdona. Sin embargo, fuera del perdón quedan consecuencias, heridas, dolor. La indulgencia purifica la pena de haber hecho el mal para poder acercarse a Dios en la pureza de alma y espíritu. Es una gracia inmensa”.
Esa gracia se puede pedir a Dios por los que ya partieron de este mundo para que accedan a la presencia de Dios.
Lo primero es tener la intención, hacerlo por personas concretas, confesarse, recibir la comunión y pedir por las intenciones del Papa.
El Párroco de la iglesia Santa Cruz siente gran admiración por la peregrinación.
“Es una de las manifestaciones más grandes del mundo, es masiva e impresionante. Cada año aumenta. Es una expresión de fe popular extraordinaria”.
En cuanto al acompañamiento, agregó que la Pastoral Familiar es una de las más grandes, por otro lado, el Papa ha dirigido una importancia especial a la familia como núcleo de la sociedad. Si la familia se desintegra se descompone la sociedad. Si la familia permanece unida tendremos una sociedad con valores.
“El acompañamiento de la Virgen nos impulsa a trabajar por las familias y los matrimonios”.
Pasos
Los fieles podrán obtener la indulgencia durante este jubileo. Se debe cumplir con la confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre.
Están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada Catedral o iglesias establecidas por el obispo como signo de auténtica conversión. Es importante que ese momento esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con una reflexión sobre la misericordia.
El Papa Francisco señala también que cada vez que un fiel realice personalmente una o más las obras de misericordia, corporal y espiritual, obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar.
Sobre los enfermos y las personas ancianas que no pueden salir de casa, el Pontífice afirma que para ellos será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad.
El Santo Padre explica que en las capillas de las cárceles los presos podrán ganar la indulgencia cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Señor.
También podemos, en el gran misterio de la comunión de los santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin.
Las Obras de Misericordia
Se refiere a lo que cada creyente hace con su fe. Implica no quedarse en la convicción, sino llevar a la práctica buenas obras en virtud de los demás.
Hoy, con motivo de la visita 160 de la imagen de la Divina Pastora y en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, tenemos la oportunidad de recordar y ayudar a los necesitados. Son catorce obras que cada creyente debe vivir para su bien espiritual, así lo plantea el padre Jesús Larez, capellán del Hospital Luis Gómez López.
San Mateo recoge la narración del Juicio Final (Mt 25,31-16). Asegura que cuando Jesús venga rodeado de su gloria, en su segunda venida, quien haya cumplido con las obras de misericordia se salvará y quien no, se condenará. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna. Quiere decir que para salvarse no sólo basta decir: tengo fe, es preciso hacer obras de bien, añadió.
Las obras de misericordia son espirituales y corporales que en el recorrido por las calles de Barquisimeto fueron distribuidas por tarimas. Para iniciar, habrá un momento de oración por los hermanos, en la cual se ofrecerán a la Providencia las intenciones de esta ruta.
1.Enseñar al que no sabe: Consiste en enseñar al ignorante en cualquier materia, puede ser a través de escritos, palabras, señales, por cualquier medio de comunicación, se le ayude a realizar por ellos mismos lo que no saben, sea en una ciencia, cualquier labor, inclusive a orar, perdonar, olvidar, compartir, entre otros.
2.Dar consejo a quien lo necesite: El consejo debe ser ofrecido, esperar que este sea requerido. Asimismo, quien pretenda dar un buen consejo debe estar en sintonía con Dios, así este podrá ser bueno. No se trata de dar opiniones personales, sino hacerlo con la intención de hacer el mayor bien posible al necesitado de guía.
3.Corregir a quien se equivoca: Se refiere sobre todo de corregir al pecador. Jesús recomendó “Si tu hermano peca, vete a hablar con él a solas para reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu hermano». (Cf. Mt. 19, 15-17) Hacerlo con mansedumbre y consideración. Una corrección ruda puede tener el efecto contrario. No conviene en convertirse en vigilante de lo que haga la gente. Sin embargo, corregir al errado en fe y moral es un consejo del Señor.
4.Perdonar al que nos ofende: Significa renunciar a la venganza y al resentimiento, además, tratar a quien nos ha ofendido de manera amable. No significa renovar una antigua amistad, porque a veces no se puede, pero si llegar a un trato aceptable.
5.Consolar al triste: Las palabras de consuelo en la aflicción pueden ser determinantes. Dios se vale de nosotros para consolar a los demás. Acompañar a nuestros hermanos en todos los momentos, pero sobre todo en los más difíciles, es poner en práctica el comportamiento de “Jesús que se compadecía del dolor ajeno” (Cf. Lucas 7, 11-17).
6.Sufrir con paciencia los defectos y diferencias del prójimo: La tolerancia y la paciencia ante los defectos ajenos es virtud y es una obra de misericordia; sin embargo, cuando el soportar esos defectos causa más daño que bien, no se debe ser tolerante, sino que con caridad y suavidad, debe hacerse la advertencia.
7.Orar por los vivos y difuntos: Es una obra buena la oración de intercesión por los vivos y muertos. San Pablo recomienda orar por todos, sin distinción, también por gobernantes y personas de responsabilidad, pues “Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. (Ver 1 Timoteo 2, 2-3).
8.Dar de comer a quien tiene hambre: De esta manera el cristiano asume su responsabilidad como creyente de compartir el alimento con los necesitamos y saciar su hambre; además, mostrar el amor de Dios que no les deja desfallecer. Dar de comer es un deber de los padres, del estado por medio del empleo y de las familias que deben apoyar a las que carecen del sustento para vivir.
9.Visitar a los enfermos: Se trata de una atención a los enfermos y ancianos en cuidado físico (apoyo económico y medicamentos), en compañía (visitas) y en casos de vejez y enfermedades graves es la atención espiritual (oración y administrar sacramentos de sanación).
10. Dar de beber al sediento: Otra necesidad imperiosa es la saciar la sed de quien lo necesita. Jesús dice que no quedará sin recompensa quien dé un vaso de agua fresca a uno de sus discípulos.
11.Vestir al desnudo: Esta es una necesidad básica que debe estimular al creyente a ofrecer ropa y calzados en buen estado, nuevos o usados para quienes los necesiten. A menudo nos encontramos con hermanos vestidos con harapos o desnudos, viéndose disminuida su dignidad de hijos de Dios. Se debe ofrecer una vestidura limpia y respetable que les permita reencontrar al Señor en la bondad de los demás.
12.Hospedar al forastero: En algún momento puede tocar recibir a alguien en nuestra casa, no por pura hospitalidad de amistad o familia, sino por alguna verdadera necesidad. Sin embargo, quienes son recibidos deben respetar y cuidar los bienes en donde son acogidos, con la finalidad de que los dueños de casa sientan que con su forma de actuar es una manera de agradecerles su benevolencia.
13.Socorrer a los presos: Implica visitar a los presos y darles ayuda material y asistencia espiritual para ayudarlos a enmendarse y ser personas útiles y de bien cuando terminen el tiempo asignado por la justicia). Significa también rescatar a los inocentes y secuestrados.
14. Enterrar a los muertos: Sepultarlos no significa olvidarlos, por el contrario, esta obra de misericordia corporal nos lleva a la obra de misericordia espiritual que nos invita a rezar por los vivos y los muertos. Al enterrarlos no debemos olvidar que es nuestro deber mantener sus sepulturas en buen estado, pues en ellas se contienen los restos mortales de aquellos que fueron templo del Espíritu Santo.
Peregrinación es camino de misericordia
Los jóvenes recordamos la petición de fe que hizo el padre Macario Yépez, lo cual sigue siendo un hecho histórico, así lo expresó Jorge Rodríguez, responsable de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Barquisimeto.
“No podemos olvidar que Yépez entregó su vida por la feligresía venezolana, que se encontraba diezmada por la peste del cólera. A medida que pasó el tiempo el pueblo demostró su fe y compromiso con María Santísima y con Jesús. Recordemos que María es quien nos lleva a Jesús”.
Rodríguez destacó que la peregrinación sigue siendo un motivo especial para acompañar a la Madre, quien nos acompaña día tras día.
“Nos corresponde acompañarla para demostrarle nuestra fe, entrega y amor incondicional a su hijo Jesús”.
Luego de la significativa participación que tuvo la Pastoral Juvenil en 2015 en ocasión del Año Jubilar de la Juventud, se presenta el Año de la Misericordia.
Monseñor Antonio José López Castillo, convocó a la Pastoral Familiar para que se encargue del Acompañamiento de la Fe.
“Haremos un trabajo en conjunto. Vamos a acompañar a la Pastoral Familiar desde Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto a fin de venerar a la imagen, cantar, orar, acompañar a los devotos y hacer espacio”.
El joven explicó que con la Ruta de la Misericordia buscan que los devotos vivan una procesión mucho más espiritual, llevada desde la fe.
La intención es que el feligrés este en verdadera sintonía de la misericordia.
El Papa ha denominado 2016 como un año de gracia, para que la humanidad pueda acoger el mensaje.
“Hay guerras, hambrunas, odio. El papa Francisco busca sensibilizar al pueblo cristiano y a toda la humanidad. Nos unimos para que la peregrinación sea un camino de misericordia. La idea es detenerse en cada estación”.
Se hicieron tres ensayos, Participarán casi 250 jóvenes de la Pastoral Juvenil.
Es necesaria la integración de las pastorales. Daremos ejemplo al resto de la Arquidiócesis de un trabajo en conjunto, será un punto de partida de dos pastorales muy hermanas, apuntó.