Malestar de la gente puede presionar cambios

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Es muy complejo el panorama económico del país, advierte el economista Henkel García, director de Econométrica.

Pero, al hacer las consideraciones sobre lo que ha venido ocurriendo, afirma que la crisis que tiende a agravarse no es consecuencia de la caída del precio del barril del petróleo que exporta Venezuela.

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Estima que la causa es el modelo económico que se ha establecido desde 1998 cuando Hugo Chávez llegó al poder.

Según las cifras económicas examinadas, hoy estamos peor que ese año.

La escasez de productos de primera necesidad y otros problemas que padecen los venezolanos no tienen por los momentos una salida.

Superar la conflictividad política

-¿Habría la posibilidad de que este panorama cambie?

-Para poder comenzar a solucionar la situación económica, tendría que aclararse la conflictividad política.

-¿Qué se espera a corto plazo?

-Habrá medidas muy tímidas, que por supuesto, no van a ser suficientes.

Es muy probable que la conflictividad social empiece a incrementarse y el mismo malestar de la gente presione para que haya cambios más profundos en la economía venezolana hasta, finalmente, llegar a una reforma económica de gran magnitud. Por los momentos eso no está planteado. Uno ve los nombres que hay en el gabinete económico y da la impresión que está bastante lejos.

La creencia en el modelo

-¿Cómo se entiende que el presidente Maduro, quien ha reconocido la gravedad de la crisis, haya nombrado a un sociólogo como jefe del equipo económico de su gobierno?

-Lo grave es no saber dar lectura a lo que necesita Venezuela hoy en día. Pareciera que la intervención del presidente Maduro es tratar de mejorar los controles. Parte del principio de que el modelo funciona, pero ha sido mal ejecutado porque las personas que estuvieron en el equipo económico no supieron aplicarlo y por eso nombra a Luis Salas, quien ha estado defendiendo la llamada guerra económica como causante de la crisis.

Puntos de vista contradictorios

-¿Cómo podrían combinarse las visiones radicales con la de un empresario que hoy es ministro?

-Claro, aquí hay una lectura algo contradictoria. Está la incorporación de Miguel Pérez Abad (titular del ministerio de Industria y Comercio) que tiene una visión distinta a la de Salas, quien es una persona muy radical, que formaba parte del grupo de consejeros del presidente Maduro, incluyendo también a Tony Boza y Alfredo Serrano Mancilla, que viene de España, vinculado al partido Podemos.

También hay elementos del gabinete que al parecer no le van a dar algo de armonía, sino todo lo contrario por múltiples visiones, que repercutirá en la toma de decisiones. Éstas no van a ser de consenso, pues tendrán muchos puntos de vista y lo que necesita Venezuela precisamente es que haya un equipo armonioso, que tenga una visión en común de cómo salir de esta crisis.

El cambio del modelo

-¿Esa reforma económica implicaría cambiar totalmente el modelo?

-Efectivamente. El modelo venezolano no tiene nada que ver con la caída del precio del petróleo. Si revisamos bien las cifras económicas, a partir de 2012 empiezan los problemas económicos en el país. Y prácticamente, todas las cifras macroeconómicas comenzaron a deteriorarse.

El barril en la política

-Pero, ahora se está insistiendo mucho en el precio del petróleo que ha venido cayendo estrepitosamente.

-Tanto en 2012, 2013, 2014 como en comienzos del 2015 tuvimos precios del petróleo relativamente estables y por el orden de los 100 dólares. Fue en la segunda mitad del 2015 que los precios del crudo comenzaron a caer de manera importante.

Lo que debemos tener en mente es que el modelo comenzó a colapsar con precios altos del petróleo y, por tanto, el problema no era ese del precio del barril. Como la crisis fue ocasionada por el modelo, lo tienes que cambiar por completo porque tiene a los venezolanos con una calidad de vida bastante pobre.

Vivimos peor

Cuando revisamos las cifras estamos viendo que el PIB, per cápita, del 2015 probablemente sea igual o inferior al PIB, per cápita, de 1998, cuando el chavismo entró al poder.

Comparativamente, el salario mínimo de hoy está por debajo del poder de compra que tenía el salario mínimo del 98.

Al revisar las cifras de bienestar de la gente, entonces uno puede concluir que hoy estamos peor que en 1998.

Ni hablar de escasez, porque es mucho más alta. La inflación es muchísimo más alta. Y en general, todos los índices están por debajo de los que existían en el 98

Entonces vemos que este modelo, después de haber entrado un millón de dólares por concepto de exportación, está totalmente desfasado.

No será comprable discurso de la tormenta

-El presidente Nicolás Maduro estuvo hablando durante mucho tiempo de la guerra económica como causante de la crisis. Ahora muestra preocupación por lo que ha denominado la gran tormenta económica y es por eso que justifica un decreto de emergencia económica.

-La intención es no afrontar el costo político de una grave crisis. Pero, ya ese costo político le pasó factura. Las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre son una buena muestra de ello. Ya la gente le está traspasando el costo político al Gobierno que originó la actual crisis no solamente económica sino social.

Este nuevo término que incorpora el presidente Maduro tiene como objetivo tratar de sacudirse del costo político de la crisis actual, pero eso ya no tiene la misma efectividad del pasado.

Ya pocas personas creen el discurso de guerra económica y tampoco creo que compren el discurso de la gran tormenta económica.

Aquí hay que dejar en claro las cosas: Si hay un poder que está obligado a tomar medidas para salir de la crisis actual es el Ejecutivo Nacional.

Salir no pasa tanto por la Asamblea Nacional, porque el rol de ésta es legislar, controlar, funcionar como espacio para la discusión de asuntos importantes. Y las medidas que necesita Venezuela son, en esencia, ejecutivas.

Como fue el Ejecutivo el que creó todos los problemas que dieron origen a esta crisis, pues le corresponde a los funcionarios responsables del equipo económico trabajar en las medidas que permitan resolverlas. Y el primero que tiene que hacerlo es precisamente el presidente Nicolás Maduro.

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