Ante su gente, en las calles por donde suele entrenarse, Yosvang Rojas, oriundo de Capacho y ficha del Kino Táchira, echó manos de sus últimas fuerzas para sacar una luz de diferencia sobre José García, del Gobierno de Yaracuy, y pasar primero en Cerro El Cristo, aderezado con premio montañoso en el sitio de meta, lo que le permitió rubricar el triunfo parcial más importante de su carrera, además de catapultarse a la casilla de honor en la clasificación general, dentro de una jornada en la que Yhonathan Salinas, su compañero de escuadra, atravesó una “crisis” en plena trepada, que lo rezagó y le impidió defender la camiseta amarilla.
Salinas no fue el único “damnificado” de la jornada, la primera con llegada en alto y dos premios montañosos en el trecho final. También pasaron por momentos difíciles José Rujano y Manuel “Gato” Medina, dos de los escaladores de mayor reputación en el país, y que arribaron descolgados de la punta, el merideño con retraso de casi minuto y medio y el oriental con déficit superior a los dos minutos.
A cuatro kilómetros de la llegada, Rojas arreció su marcha para rebasar a John Nava y Luis Mora, que en ese momento manejaban la carrera, mientras que a rueda se “pegó” José García. El lotero y el representante de Yaracuy libraron un mano a mano en los kilómetros de ascenso previos a la meta, pero el tachirense se despegó en los últimos metros para entrar con una diferencia de tres segundos sobre su rival.
Así las cosas, Rojas fue profeta en su casa, una alegría que se multiplicó con su escalada al liderato. El tiempo en la etapa para el vencedor fue de 3 horas, 18 minutos y 16 segundos, dentro de un trayecto de 128 kilómetros que inició en Abejales y terminó en el monumento al Cristo Rey, en Capacho. Como los días previos, se vivió otra etapa de temperaturas elevadas, tanto así que Rojas, al cruzar la meta, lucía la chaquetilla abierta.
Duelo de estrategias
La jornada arrancó puntual a las 9 y 30 de la mañana. El primer esprint del día, programado para el kilómetro 30, lo ganó Nava, delante de Carlos Castro y Yorman Fuentes.
Después se esto vino una fuga que animó la porción durante un largo trecho. En total, 12 pedalistas se involucraron en la aventura. Dentro del grupo, tres nombres importantes. Primero, Carlos Molina, que por momentos fue líder transitorio, y luego José Chacón. Ambos fichas de Lotería, estaban allí para hacer trabajar a sus rivales en la persecución.
Y otro corredor de trascendencia, Fernando Briceño, que buscaba sumar en los premios intermedios. El trujillano, representante del JHS, logró su objetivo, al cruzar primero en los puntos calientes de los kilómetros 57 y 90. El pelotón, con su fuerte paso, se vino encima de los escapados, cuando el gusano multicolor se acercaba a San Cristóbal.
En el grupo de “fugitivos” también estaba Gabriel Mendoza, el joven merideño que el año pasado fue noticia al ser líder de la Vuelta a Colombia. El pupilo de Rujano contraatacó al paso por la capital tachirense y animó el asunto en solitario, al punto de ganar el último esprínt de la fecha, al kilómetro 106. Manejaba diferencia superior a los dos minutos, pero se la pulverizaron en cuestión de kilómetros.
Llegó la subida y el decorado de la carrera cambió. Los primeros en asomarse fueron Mora y Nava, pero el esfuerzo solo les alcanzó para cruzar como punteros, en ese orden, por el premio de montaña de Rancherías, a ocho kilómetros de la sentencia. Posteriormente vino la situación clave del día: Rojas saltó del paquete, con la idea de poner ritmo y preparar el camino a Salinas, dueño de la camiseta amarilla, pero este último no tuvo fuerzas para emplearse a fondo y el de Capacho tuvo que salvar los muebles.
Así, cabalgó, junto con García, los últimos cuatro kilómetros por unas calles y un Cerro El Cristo con poco público –por hacerse la etapa un día de semana, cuando es tradicional los sábados- mientras que atrás Salinas y Rujano vivían momentos críticos.
Rojas cruzó y de inmediato se endosó el liderato. Quedaba entonces esperar por los llamados favoritos y la sorpresa fue que tanto Salinas como Rujano llegaron muy rezagados, fuera de lo que se pronosticaba.
Para Rujano no deja de ser preocupante lo que viene, porque la etapa de hoy, sexta en el programa, tiene muchos kilómetros, 197 entre Lobatera y Tovar, y puede perder otro puñado de segundos, vista su falta de fondo.