Gran parte de la avenida Florencio Jiménez continúa oscura, siendo un peligro a cualquier hora desde el momento en que empieza la noche a caer. Una gran cantidad de personas frecuentan la avenida para trotar, llegar a sus hogares o ir al centro comercial.
Vivir siempre con el miedo es algo que a todos nos angustia, pero se hace más fuerte el temor cuando no hay un faro de luz que por lo menos no dé a conocer lo que el camino a nuestros hogares nos depara.
Es por esto que Jesús Melendez, me escribió hace unas semanas atrás para ver si nuestros amigos de Corpoelec nos ayudan en el alumbrado de esta vía tan transitada. Pero el tiempo pasó y seguimos a la espera de que la avenida Florencio Jiménez deje de ser una boca de lobo.