La intercomunal Florencio Jiménez fue escenario este martes para una nueva protesta, la quinta del mes, a cargo de miembros de comunidades del oeste de Barquisimeto que reclamaban el suministro de gas doméstico.
Temprano se ubicaron en el kilómetro 7 con sus cilindros vacíos a la espera de los camiones de las empresas Autogas y Servigas, adscritas a Pdvsa.
Allí estaban mujeres y hombres de Valle Dorado, Santa Rosalía, Las Juanas, Villas del Sol, Alí Primera, Los Cardones, y otras que totalizaban 17.
“No es posible que tengamos que levantarnos a las tres o cuatro de la mañana a hacer la cola para esperar el camión que, de paso, solamente trae 30 bombonas que no alcanzan para nada”, refirió Yamileth Jiménez, una de ellas.
Enfatizó que ese problema lo padecen todas las semanas porque ninguna de las empresas encargadas de la distribución del combustible casero hace nada para resolverla.
Otra ama de casa denunció que a veces deben comprar las bombonas con reventa, hasta en 300 bolívares.
En esta oportunidad el cierre de tan importante vía comenzó a las ocho de la mañana, aproximadamente, lo que, como siempre ocurre, provocó un gigantesco congestionamiento automotor, en especial de camiones y gandolas de paso por Barquisimeto hacia el centro u occidente del país.
“Otra vez, la semana pasada me tocaron dos trancas en esta avenida y en Quíbor y hoy una más, pero que más nos queda sino resignación y paciencia”, dejó oir uno de los camioneros cuyo viaje hacia Valencia estaba interrumpido.
Pero los manifestantes se mantenían firmes en su posición de no permitir el paso de vehículos hasta tanto llegaran los camiones con el gas que requerían para la preparación de los alimentos.
Cerca de las nueve de la mañana llegó un piquete de la Guardia Nacional cuyo jefe les hizo ver lo ilegal de su acción pues estaban interrumpiendo la libre circulación de las personas, algo que amerita sanciones.
Durante una conversación con quienes lideraban la protesta se acordó despejar un canal en cada sentido, lo que permitió la movilización de la ya larga cola de camiones y gandolas.
Sin embargo, en vista de la demora en aparecer las unidades con las bombonas, algunos de los manifestantes volvían a cerrar por complerto la avenida en ambos sentidos, pero el militar les obligaba a reabrirla.
Cerca de las diez aparecieron dos camiones de Autogas y Servigas, originando una especie de estampida de quienes se encontraban en la arteria vial, cada quien con el interés de ser el primero en cambiar su cilindro vacío por uno nuevo.
La venta se hizo con el control de las uniformados para evitar desórdenes o violencia entre las o los desesperados jefes de familias.
“Hoy llegaron temprano los camiones porque a veces tenemos que protestar hasta durante cuatro horas. Ojalá que la semana que viene no pase lo mismo porque ya estamos cansadas de esto”, dijo Santiaga Valera, quien dijo vivir en Valle Dorado.
