Enero es un mes para reflexionar, es el primer mes del año, cuando cada uno ha hecho sus votos en silencio, pidiendo a Dios sus más íntimos deseos para transitar este nuevo año que recién comienza llenos todos de esperanza y de fe en un mejor porvenir.
Pensando en Venezuela y ante los hechos que como ciudadanos hemos visto recientemente en nuestro parlamento, todos ellos reseñados en el diario EL IMPULSO, que arribó para orgullo de todos los larenses a sus 112 años de ininterrumpida labor periodística, siendo ejemplo vivo de fortaleza frente a las adversidades, como ciudadanos activos y responsables tenemos en primer lugar que exigir un parlamento que funcione con amplitud, dentro de un ambiente impregnado de enorme contenido moral y ético, legislando para todos, dando importancia real a tanto problema latente en un país muy convulsionado.
Debe ponerse el acento en lo social y económico, con el respeto a la importancia que deben mantener esos ciudadanos que ya se encuentran en pleno ejercicio de sus cargos, tomando en cuenta sus merecidas credenciales y méritos. La honestidad de sus miembros debe ser su mayor aval, aunado al compromiso ciudadano de la inmensa responsabilidad que tienen ante un país que se debate entre dos formas de gobierno; han de actuar sin mezquindades individuales, para que toda la población tenga un excelente nivel de vida, pueda vivir en paz en medio de una ciudadanía activa comprometida en medio de esa exuberante naturaleza que nos bendice, donde los jóvenes deben ser la mayor fuerza social y de relevo a la cual debemos cuidar con ternura paternal. El futuro fundamentalmente es de ellos, quienes merecen ser atendidos con buenos ejemplos para que en un futuro próximo e inmediato sean los protagonistas de los cambios positivos que necesita nuestra sociedad.
Otro sector que hay que atender es el de los ancianos, cuya sabiduría está enmarcada en las arrugas que expresan la experiencia de los años, pero quienes mantienen vivo su espíritu de lucha pues continúan soñando como niños para vivir en un mundo mejor. Ellos tienen el compromiso ciudadano de dar ejemplo de tolerancia y respeto, para entender y lograr convivir en paz, debiendo muchas veces pasar la página, que no significa con ello renunciar a nuestros valores, sino simplemente seguir hacia delante.
Llega enero de 2016 con los nuevos retos de una Asamblea recién electa, donde son muchas las expectativas que como ciudadanos nos mantienen con este tema día a día, pero con la esperanza firme de que todo camine dentro de un Estado de Derecho que comienza a fortalecerse.
Enero es el mes en que cumple 112 años este diario de enorme trayectoria periodística y gran valor histórico regional y nacional como lo es EL IMPULSO, ejemplo vivo de una sociedad democrática y participativa. Enero es el mes en que un 14 enero nos visita desde hace 160 años en un enorme rebaño de paz y de devoción, la Divina Pastora, que viene a guiar a todo su rebaño.
La acompañamos año tras año, solicitando sus bendiciones, para así iniciar con ella el nuevo año con expectativas positivas en esta etapa crucial que ya comienza. Que viva Venezuela, que viva EL IMPULSO, que viva nuestra democracia y que recibamos todos la bendición de nuestra Divina Pastora.
