…un humilde ratón. A los demócratas optimistas, dedico.
Para el 5 de Enero había una gran preocupación sobre Venezuela tanto a nivel nacional como internacional. En su gran mayoría los analistas anticipaban escenarios borrascosos de duras confrontaciones en las calles de Caracas y hasta se temía la toma del edificio de la Asamblea Nacional por parte de colectivos armados con la misión de instalar allí un parlamento popular.
A la memoria acudían recuerdos de marchas y contramarchas con balas y muerte, con humo de lacrimógenas y estudiantes corriendo por todas partes para eludir la implacable persecución de hombres uniformados. Todo el país tenía un nudo en la garganta porque desde el oficialismo habían anunciado una concentración multitudinaria que avanzaría desde Plaza Venezuela hasta la Asamblea Nacional con el objeto de dejar claro quién tenía el poder de calle en nuestro país.
Afortunadamente todos estos temores eran infundados. La fuerza que efectivamente tenia Hugo Chávez dentro del pueblo no apareció por ninguna parte para apoyar las amenazas del Presidente Nicolás Maduro y su carnal Diosdado Cabello. Por ello la jornada de instalación de la nueva Asamblea Nacional discurrió con una gratificante paz democrática y el augurio de una época donde los equilibrios institucionales de la República podrán ser reinstalados.
El pasado 5 de Enero de la otrora inmensa masa humana que vestía de rojo calles y avenidas de Caracas, solamente quedaron 200 personas en la Plaza Bolívar y otras tantas en el 23 de Enero, mientras que de la furia arrolladora que imponía el oficialismo desde la silla de la Presidencia de la Asamblea quedó el lamentable recuerdo de un ebrio balbuciente quien con palabras entrecortadas leyó un discurso que nadie entendió y que produjo pena ajena en toda Latinoamérica a través de la señal de CNN.
Por parte de la MUD su actuación fue inobjetable. Henry Ramos Allup demostró que fue la mejor elección que se pudo haber hecho porque con autoridad, aplomo y experiencia se auto juramentó ,juramentó al resto de la directiva y con carácter firme no ajeno a la tolerancia redujo la soberbia de la bancada oficial, a la cual no le quedó otro camino que abandonar la sesión de forma silenciosa, cometiendo el grave error de evidenciar ante sus electores que contradijeron lo que minutos antes habían dicho de mantenerse en la Asamblea como una presencia revolucionaria irreductible.
La agenda legislativa que presentó Julio Borges como jefe de la fracción parlamentaria de la MUD fue también concluyente y demoledora. Ley de Amnistía. Ley de cesta ticket para los jubilados. Ley para darles propiedad a los beneficiarios de la Misión Vivienda y Ley para la producción de alimentos para recuperar la ganadería y agricultura en Venezuela. En apenas minutos la MUD pulverizó la campaña del oficialismo sobre las pretendidas intenciones de la mayoría opositora de ir contra un conjunto de beneficios populares.
Pero todo apenas comienza. Ahora es cuando más se requiere de unidad, sabiduría política, inteligencia estratégica, consensos con empresarios y trabajadores y generar confianza al pueblo con base al cumplimiento de una agenda que coloque las prioridades en los problemas fundamentales y cotidianos que afectan al país.
Empezamos con buen pie, quiera Dios completemos el camino con la participación del cien por ciento de los venezolanos.
