Las últimas señales que ha emitido la sociedad venezolana, con excepción de esas inoportunas e imprudentes declaraciones de algunos líderes políticos, hacen pensar con racional optimismo, que sí será el 2016 un Año Nuevo.
Es obvio que los diecisiete anteriores nacieron viejos. Quiera Dios que las expectativas de este momento empiecen a materializarse lo antes posible. Hasta ahora todo apunta a esa dirección; pero el pueblo espera más de su liderazgo nacional, puesto que los aciertos y buenos ejemplos de este nivel dirigencial pudieran ser emulados por los más eficientes movilizadores de base.
Con relación a este panorama, me atrevo a reclamarle cordialmente mayor responsabilidad, aplomo y sensatez a quienes hoy son la esperanza de un país que se indignó el seis de diciembre y le dijo ¡basta! a la cúpula del gobierno.
Sería conveniente que los líderes de la oposición, dado el compromiso que los venezolanos han colocado sobre sus hombros, sólo hablen cuando vayan a hacer aportes para la consolidación de la unidad. Y cuando estén al frente de la Asamblea Nacional, que trabajen sin tregua, y sin cálculo político, para que dicho parlamento satisfaga las aspiraciones de la colectividad. Se puede hacer mucho y bueno; y se haría cuanto se quiera lícitamente, si la acción constructiva sustituye a la verborrea intrascendente que ha predominado en los diecisiete años aciagos de la “revolución”.
Darle cabida a los errores y a los intereses y ambiciones personales, es abrirle amplias puertas a la frustración del pueblo. La agenda del país está repleta de peticiones racionales, tal como lo demandan las aterradoras calamidades que en esta circunstancia estamos padeciendo.
El discurso y el ejercicio de los parlamentarios, incluso de los Diputados del oficialismo, debe corresponderse con la lectura acertada de los resultados electorales recientes. La expresión de los electores fue muy precisa: la gente quiere soluciones trascendentes, irreversibles, y anhela una paz verdadera, constructiva y de consolidada duración.
Si las cosas se hacen bien, el 2016 será un Año Nuevo.