“Le dieron al causa”, dijo un joven que estaba en una moto estacionado en la esquina del callejón 16 del barrio La Feria, al este de la ciudad. Tras escuchar cuatro detonaciones, dijo la frase que anunció muerte y se fue del lugar.
Dentro de la Charcutería Divina Pastora 2013, estaba el cuerpo sin vida de un joven quien quedó boca arriba.
Según contaron los testigos, minutos antes este muchacho estaba de parrillero de una motocicleta azul, tenían rato merodeando por el barrio La Feria, habían dado varias vueltas y cuando pasaban frente a la charcutería ubicada en la calle 13, entre calles 17 y callejón 16, observaron a un señor dentro del local que sacaba un teléfono celular de última generación.
El joven se lanzó de la moto y de forma inmediata sacó un arma de fuego para solicitar el celular al señor, mientras su compinche se estacionaba en la esquina para esperarlo.
Pero en esta oportunidad el robo salió mal, porque su víctima es un comerciante quien andaba armado. Posee su porte de arma, el cual fue adquirido para su protección, y debió usarla para defenderse del presunto hampón que lo robaría en el momento.
El comerciante tuvo la habilidad de sacar su arma y disparar primero que su atacante y lo hizo caer dentro de la charcutería.
El joven portaba un revólver calibre 38.
Los vecinos, al escuchar las detonaciones, se asustaron y no hicieron más que esconderse.
Una vez que cesó el fuego se asomaron y vieron el cuerpo del joven tendido dentro del negocio. Sus dueños cerraron el portón y esperaron que llegaran comisiones del Cicpc e hicieran el levantamiento del cuerpo. El lugar estaba llenó de curiosos quienes se aglomeraron frente al local para observar lo sucedido.
La víctima fatal portaba una cédula que lo identifica como Jesús David Carrillo Castillo, de 23 años de edad y según el número de cédula 21139038, registra como votante en el estado Cojedes, por lo cual autoridades presumen que no es la verdadera identidad del joven y hasta horas de la tarde al Eje de Homicidios no se había acercado doliente alguno que lo identificara, ni que verificara dicha información o indicara dónde reside.
Según relataron los vecinos de la zona que no quisieron identificarse por temor, este joven se la pasa merodeando la zona e inclusive la semana pasada intentó despojar del celular a un joven, pero el mismo no se dejó.
Aseguran que la zona no tiene patrullaje alguno y se encuentran en manos de Dios.
Los dueños del negocio comentan que por segunda vez ”son visitados por el hampa”.
La primera vez fue el año pasado y ellos mismos fueron robados y a los clientes que allí se encontraban. Esta sería la segunda incursión delictiva, la cual fue frustrada por la que sería la víctima.