Aproximadamente tres semanas después de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, el domingo 20, el partido del Gobierno efectuó en Caracas un congreso económico, para analizar algunos planteamientos que dentro de sus propias filas habían hecho algunos economistas en relación al lanzamiento de lo que el presidente Nicolás Maduro denominó la revolución económica.
Al hacer este recuento el doctor Gerardo Álvarez, conocido economista y profesor jubilado de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, indica que ese evento, como la mayoría de las reuniones que hace el gobierno, fue a puertas cerradas.
Sin embargo, trascendió a través de los medios de comunicación social cuáles podrían ser, fundamentalmente, los temas que se iban a discutir en ese congreso económico del chavismo.
Supuestamente, en esa ocasión, los economistas plantearon lo que ellos mismos llamaron una revisión a fondo de la gestión económica del gobierno.
De igual forma expusieron el hecho de que era necesario, por ejemplo, romper con el modelo rentista, que también lo ha señalado el propio Presidente de la República. Y también manifestaron la necesidad de hablar de algunos temas sobre los cuales no se toman decisiones, como la situación cambiaria.
Los economistas oficialistas señalaron que es imposible que la economía se pueda recuperar con tres tipos distintos de cambio.
Indicaron, incluso, que era necesario revisar el precio de la gasolina y algo muy importante como es lo que tiene que ver con el incentivo a la producción, es decir, un conjunto de elementos que nos hacía pensar que, luego de este congreso, surgieran por lo menos algunas decisiones que ayudaran a salir de este marasmo en que se encuentra la economía.
Resulta ser que los días 30 y 31 de diciembre, que coincidieron con los últimos dos días del otorgamiento de la ley habilitante que la Asamblea Nacional le había dado a Maduro, el Gobierno inicialmente dictó algunas leyes que de ninguna manera contribuyen a la rectificación de la economía, tema principal que se iba a discutir en el congreso económico de los chavistas.
El propio Presidente de la República manifestó, a través de los medios de comunicación, que se había dictado la reforma a la Ley del Impuesto sobre la Renta, pero, especialmente dirigida a un universo reducido de 3.000 contribuyentes, que son los especiales del sistema nacional del ISLR.
Y les incrementó el impuesto del 34 al 40 por ciento. Entonces, el Presidente anuncia que con el dinero que se va a recabar por esta vía y que por cierto ni en ese ni en ningún otro momento ha dicho cuánto se va a recabar, podría servir para llevar a cabo un programa de inversión social en el país.
-¿Qué observación se puede hacer en relación con la pregonada revolución económica anunciada por Maduro?
-La observación que nosotros pudiéramos hacer a esta primera decisión es que no tiene ninguna relación, en absoluto, con un congreso económico donde supuestamente se discutieron los grandes problemas económicos del país, es una decisión aislada.
Esa medida en nada va a contribuir a rectificar el rumbo de la política económica errada que se ha venido aplicando en el país.
Por cierto serán unos ingresos magros, que no contribuirán a financiar el enorme déficit fiscal y el diferencial que va a tener la economía en el 2016 como consecuencia de la disminución de los precios del petróleo.
-¿En cuánto se calcula la insuficiencia presupuestaria para este año?
-En 30 mil millones de dólares.Entonces, ¿cómo puede un Impuesto sobre la Renta de 6 puntos de diferencia -cuando se anuncia un incremento del 34 al 40 por ciento el que deben pagar los 3 mil contribuyentes especiales- ayudar a una enorme insuficiencia fiscal, producto de muchas razones, entre ellas la caída abrupta del precio del petróleo? Esa reforma no fue producto de un congreso económico, sino una decisión aislada.
Se alejan las inversiones
El Presidente de la República, a fin de año, informó que se iba a volver a crear el impuesto a las transacciones financieras de 0,70 por ciento a 3000 establecimientos comerciales, que constituyen el número de contribuyentes especiales que hay en Venezuela.
A pesar de que en ningún momento el jefe del gobierno señaló el monto que se iba a recabar por este concepto, creemos que esta medida tampoco contribuye a resolver ese déficit fiscal.
En nuestra opinión, dice el Dr. Gerardo Álvarez, esta medida se traduce en alejar las inversiones privadas, las inversiones extranjeras, y además no se crea un clima de confianza jurídica, ni fiscal, para que se incremente el empleo, la producción, la inversión, que es lo que creíamos nosotros podría concluirse del congreso económico chavista. Fue decepcionante este tipo de medida totalmente parcial ante la crisis económica.