La procesión de la Divina Pastora atrae a miles de personas a la zona emblemática del pueblo de Santa Rosa, pero detrás de todos los arreglos y actividades hay una serie de necesidades y carencias que no son percibidas por los turistas y peregrinos. Sin embargo, están presentes en el día a día de los habitantes.
A solo unas cuadras de la plaza del pueblo, las quejas empiezan a ser recurrentes y variadas: La creciente inseguridad en la zona, el problema de los botes de agua y el tema del aseo, que se ha vuelto más reciente en los últimos meses.
Inseguridad
Según los ciudadanos de Santa Rosa, la delincuencia es uno de los problemas que más se agudizaron en el año 2015, especialmente en horas de la tarde cuando hay presencia de motorizados que van recorriendo la zona asaltando a las personas que se encuentran en las calles.
«El puesto de la Guardía Nacional lo quitaron», destacó Betsi Arenas, miembro del consejo comunal Río Cenizo, quien agregó que de acuerdo a la información suministrada, los efectivos militares estaban exigiendo que las comunidades costearan las comidas. Arenas señala que el consejo comunal planteó una reunión con los funcionarios, pero la GNB se retiró de Santa Rosa un día antes de las conversaciones. En cambio, el puesto de seguridad fue ocupado por la Policía del estado Lara.
El dueño de una charcutería, Víctor Álvarez, negó que su negocio haya sido víctima del hampa, pero admitió que a algunos clientes los habían asaltado mientras estaban en las afueras del establecimiento y que era peligroso dejar los vehículos estacionados en la acera. «Hace poco dejé mi moto frente al local y me robaron la batería», apuntó.
Al preguntarle a las personas desde cuándo sufren el problema de la delincuencia en Santa Rosa, varios respondieron que era una situación relativamente reciente que ha empeorado en estos últimos años; otros opinan que el problema ocurre desde hace tiempo: «Más o menos tiene unos 16 años», expresó en tono irónico una vecina que visitaba un establecimiento de comida.
Agua empozada, botes y malos olores
Al final de la calle Comercio, en la parte baja de Santa Rosa, se puede observar un canal que bordea el pueblo por la salida de Barquisimeto, en el cual desembocan desechos y agua de color verdoso con un olor desagradable. El señor José Luis Colmenares comentó que no ha visto ninguna solución en referencia a este canal.
-Tengo 24 años aquí y eso nunca se ha solucionado (…) cuando viene el gobernador lo pasan por otro lado, no por las zonas que están feas.
Una cuadra más arriba de la casa de Colmenares se puede observar que el canal está obstruido por la maleza, lo cual ocasiona que se acumulen los desperdicios y el agua se estanque. Adicionalmente, su suman los botes de aguas negras y blancas, la denuncia más recurrente entre los miembros de la comunidad de Santa Rosa.
La basura abunda
“El aseo pasa cuando le da la gana”, comentó Yajaira Torrealba, miembro de la asociación de vecinos, quien añadió que “probablemente” el servicio de aseo funcionará adecuadamente en el mes de enero, debido a la procesión de la Divina Pastora. Cabe destacar que Torrealba no vive en una vía principal y que por esas zonas el camión de basura pasa una vez cada dos semanas. Por otro lado, José Prado que vive en una avenida más transitada como la calle Comercio, asegura que el camión recoge la basura 2 o 3 veces a la semana.
Como consecuencia de esta situación, los vecinos de Santa Rosa se han visto obligados a guardar la basura en sus casas para que los animales no rompan las bolsas de desechos.
Hay que resaltar que todos los entrevistados declararon que en enero la seguridad y los servicios suelen funcionar sin inconvenientes por la procesión de la Divina Pastora, pero en el resto de los meses las atenciones al pueblo de Santa Rosa empiezan a desvanecerse. “Esperamos que en algún momento las soluciones sean permanentes”, sentenció Yajaira Torrealba.
