Una niña de seis años de edad sufrió un intento de abuso sexual por la pareja de su mamá, quien impidió que lograra consumar la violación cuando escuchó las quejas de su hija en el momento en que el hombre estaba encima de ella.
Geisser José Rodríguez, de 36 años de edad, y la joven de 22, tenían cinco años de relación y cuatro en convivencia en una vivienda tipo rancho en Altos de Vallecito, Pavia. La niña le dice “papá” y todos los días le pide la bendición al despertarse, según el relato de la joven madre, cuyo nombre se reserva.
“Mi hija conoce a su verdadero papá pero él no está pendiente de ella, me dice que quiere más a Geisser porque él le compra sus compotas y sus jugos. Jamás pensé que nos iba a hacer esto”, aseguró la mamá, quien tiene un hijo de tres años con el hombre.
Los hechos
La tarde de este domingo estaban los cuatro en la casa. La pareja estuvo pintando unas rejas y arreglando el techo de la vivienda. En la noche Rodríguez fue un rato a la casa del vecino.
Mientras tanto la madre bañó a sus pequeños, les puso la pijama, les dio un tetero de crema de arroz y se acostó a dormir con ellos en la misma cama, pues su pareja dormía en una hamaca en la sala.
A las 10:00 de la noche sintió que el esposo entró a la casa y se acostó a dormir.
La madre relató que a la 1:00 de la madrugada sintió que su hija repetía: “¡Ay, me duele, me duele!” Ella se despertó y vio a Rodríguez en boxer, encima de la pequeña. Gritó, encendió la luz y los separó. La niña no tenía la pijama, únicamente la ropa interior.
Él le dijo que se tranquilizara, que no estaba pasando nada y que apagara la luz, pero “estaba normal, como si nada, me lanzó una bota de seguridad y una almohada para que apagara la luz y a mis hijos les lanzó un libro, creo, para que se callaran”.
La muchacha accedió y apagó la luz y se acostó con su hija afuera en la hamaca, mientras que en el cuarto se quedó Rodríguez y el niño.
Cuando escuchó que el hombre comenzó a roncar, sigilosamente abrió la puerta del rancho y salió a pedirle ayuda a un vecino. Llamaron a los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, cuadrante 33 de Pavia.
Los efectivos la buscaron en una patrulla, la llevaron al puesto y ella relató lo sucedido.
Enseguida los funcionarios Joander Vizcaya y Basilio Piñero fueron a la casa, encontraron al hombre durmiendo, se levantó y preguntó qué pasaba. Negó haber intentado violar a su hijastra. En todo momento mostró una actitud relajada y de tranquilidad pero olía a alcohol.
El sujeto fue esposado, al tiempo que a la víctima la chequeaba un especialista en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga donde comprobaron que tenía sus partes íntimas muy enrojecidas si bien no hubo penetración.
Geisser José Rodríguez será presentado ante los tribunales larenses en las próximas horas.
En el momento en que fue presentado ante los medios de comunicación lloraba mucho y repetía que no había violado a la niña, pero la madre de la pequeña no tiene dudas de que lo hubiera hecho de no ser porque ella lo impidió.
“Nunca hice caso a mi familia”
La mamá de la joven de 22 años le decía que dejara a Geisser porque él era un hombre maltratador, con un carácter muy fuerte y en cualquier momento la podía matar pero ella nunca hizo caso. “Yo les decía que me tenía que gustar era a mí”.
Los funcionarios le preguntaron a la joven si su esposo le pegaba, ella asintió con la cabeza y respondió: “Me daba manotazos”. Supuestamente desde hace siete meses su actitud se tornó violenta.
A los niños también los golpeaba mayormente en la cabeza, y no les gustaba que hicieran ruido en la casa. “Cuando él llegaba ellos se paraban firme; a mí no me gustaba porque ellos son niños pero daba miedo denunciarlo”, dijo.
El hombre presentó dos registros policiales por violencia física en el 2011. En aquella oportunidad agredió a su expareja y madre de sus otros hijos. También tiene registro policial por robo de vehículo de fecha 24 de febrero de 2015.
La madre de la niña dijo que en todo el tiempo que estuvo con Rodríguez nunca lo vio con una botella en la mano. “Él no bebe ni fuma; no sé qué le pasó ese día”. También dijo que su hija nunca había manifestado nada extraño, por eso cree que era la primera vez que intentaba abusar de ella.
Dijo que nunca los dejaba solos y cuando ella estudiaba los fines de semana, dejaba a sus hijos con su abuela.
Señaló que jamás podrá perdonarlo porque ha marcado su vida y la de sus hijos para siempre. Contará todo sin ocultar nada “porque ese hombre es un monstruo desalmado”.
