El aumento de seis puntos en la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) para los grandes contribuyentes no modificará la realidad económica. Simplemente se incrementa la recaudación para que el Gobierno tenga más dinero para dilapidar. Eso no significa que las empresas producirán más o se llenarán los anaqueles, así lo analiza el economista Juan José Pérez Sánchez.
“Queremos que el Gobierno se discipline en el gasto y hace todo lo contrario; busca más dinero para echarle más leña al fuego de la inflación”.
Los empresarios sencillamente tendrán que ajustarse.
“Esto no los animará a nuevos emprendimientos de inversión o a generar nuevas fuentes de empleo sino a seguir de forma vegetativa. Tendrán que pagar una carga tributaria mayor tal y como uno paga los aumentos del recibo de luz. Esto no modificará la conducta de los empresarios”.
El jefe del departamento de Economía de la UCLA cree que hay un problema ideológico puesto que un sector radical del Gobierno exige ser duros con los empresarios, por lo cual una mayor carga tributaria se traduce en una medida clasista. Al que más tiene hay que quitarle más porque se están llenando.
“Esta es una reforma fiscal muy tímida. Lo que fundamentalmente debe hacerse, en virtud de la crisis del país, es detener la sangría financiera de las empresas estatales que generan pérdidas. El Gobierno trata de buscar unos ingresos mediante las grandes empresas privadas para cubrir el desastre financiero de las empresas públicas”.
Incrementar el gasto público
Acerca de la Ley del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras para aquellas personas que acumulan riquezas, el docente precisó que se pretende que esas empresas y personas que tienen dinero pero no invierten, aporten menos del 1% cada vez que realicen una operación de su efectivo. Eso simplemente es para incrementar el gasto público, dijo.
“La razón es que se busca diversificar las fuentes de ingresos porque el precio del barril de petróleo, presupuestado en $50, no se logrará, al contrario, la tendencia es a bajar. Eso altera los flujos monetarios y representa otra sangría para el sector privado. Así el Gobierno tendrá más dinero para gastar. En nada apuntan a modificar la estructura productiva del país”.
Más de lo mismo
Sobre la reforma a la Ley de Ilícitos Cambiarios, la cual señala que los importadores no podrán tomar otra tasa de cambio que no sea la oficial, opinó que es la tercera vez que se aprueba con otro nombre la misma disposición.
“Se hace un saludo a la bandera para decir que sí se está haciendo algo. Para disimular que el Gobierno no está inactivo en materia económica, eso es un refrito. El papel aguanta todo.
Desde la aplicación de Cadivi todos saben que es delito hacer referencia a páginas web o redes que mencionen el dólar paralelo”.
Por otra parte, considera que el certificado de producción que actualmente se les solicitará a los empresarios tiene como fin evitar las empresas de maletín y acciones fraudulentas.
-Si yo produzco algo con la posibilidad de venderle al extranjero, el Gobierno por esa vía asignaría un cupo en dólares a los empresarios, con el compromiso de que obtendrán parte de esos dólares para la continuidad de su tarea productiva y repatriación de la ganancia al extranjero en el caso de las transnacionales.
Propietario del subsuelo
En cuanto a la Ley Orgánica del Estado para la Exploración y Explotación de Oro y Otros Minerales, Pérez Sánchez subrayó que eso existe desde siempre.
“El Estado es propietario del subsuelo y del petróleo, el Estado es el que dispone de esas cosas. Nadie más. Había unos consorcios y empresas rusas y chinas que se habían incorporado, incluso en compañías mixtas con el Gobierno”.
Ahora la disposición contempla que el Gobierno podrá tener exclusividad en la toma de decisiones pero, eso realmente no funciona de esa manera, porque al final el Estado termina asociándose con aquella empresa que hace la exploración, explotación y extracción del mineral.
Positivo
El economista ve con buenos ojos la Ley para el Desarrollo de las Actividades Petroquímicas.
A su juicio es la única medida que sí es importante y trascendental porque la tragedia del país, desde el punto de vista económico, es que no podemos seguir exportando materia prima.
“Hay que procesarlas, refinarlas, transformarlas, empezar a hacer bolsas de plástico, producir urea y todos los productos que son derivados del petróleo. El crudo tiene unos 18 mil usos distintos al combustible”. Destacó que hacia allá debe apuntarse.
Es una medida que hay que saludar, aunque se presenta de manera muy tímida.
Allí se señala que tendrá cabida el sector privado y es lógico que así sea porque son empresas que tienen el capital, conocimiento, tecnología y recurso humano, habría que ver la proporción de la participación y ganancias; pero es positivo, reiteró.
¿Impacto?
Habrá que esperar, no obstante, el especialista adelanta que estos anuncios no impactarán la crisis económica actual.
“En estos últimos tres días han aparecido declaraciones de ex ministros de Chávez y Maduro que apuntan a la liberación de la economía, levantar los controles, unificar las tasas y dejar que la economía adquiera la dinámica propia”.
Es necesario aupar los emprendimientos particulares, que se hable de inversión, seguridad jurídica para los inversionistas extranjeros, que se les permita a los empresarios plantear su agenda de trabajo y no sea el Estado el que tome todas las decisiones.
La economía basada en hacerle caso al Estado fracasó y se palpa en empresas con enormes pérdidas y en fincas que no están produciendo nada.
“Zapatero a su zapato; eso le cuesta mucho al Gobierno, que se mantuvo durante mucho tiempo porque contó con una abundancia descomunal de dólares. Eso ya no está y nos corresponde vivir de una economía plural como ocurre en otros países, donde los agentes económicos se encargan de los suyo, los políticos de la política, los militares a la defensa de la patria, las universidades de la formación y la sociedad civil de sus propias obligaciones”.
Fondo Chino: puerta cerrada
Expuso el profesor que el Fondo Chino es una puerta cerrada. “Este tanque de divisas llegó a su máximo nivel”.
Apuntó que se trata de un dinero que el país ya gastó y ahora hay que enviarle más barriles a China.
Si bien se pagó, renovó y fue ventajoso, eso se costeó cuando el precio del barril de petróleo era más alto.
Había más barriles por la misma deuda, ahora, no contamos con la misma cantidad de divisas.
“En cualquier momento ese fondo cerrará su línea de crédito porque no hay capacidad de pago. Esa es una puerta cerrada prácticamente”.
Cifrar las esperanzas en ese fondo es chocar contra la pared, acotó.
Pendiente
El Gobierno se refirió a transacciones con el sector privado pero no dice abiertamente a qué precio se ofertarán esos dólares.
Vislumbra que hay disponibilidad para el sector privado pero no aclara a qué tasa se van a cancelar esas divisas, de tal manera que eso quedó en el aire, advirtió.