Era la primera vez que Elier Torrealba pasaba una celebración de fin de año sin su familia. Este año lo recibió acompañado por sus compañeros de labores en la estación central del Cuerpo de Bomberos de Iribarren, dijo sentir nostalgia pero a la vez emoción por prestar servicio a la ciudadanía en una fecha especial.
El joven bombero manifestó que le duele estar separado de sus allegados pero la relación fraternal que mantiene con sus colegas, apacigua la añoranza por estar al lado de los suyos.
En la estación prepararon una cena entre los 23 efectivos que cumplieron servicio desde las 9:00 de la mañana del 31 de diciembre, hasta el día siguiente a la misma hora.
El sargento primero Elio Espinoza está más habituado a las guardias especiales de fin de año, tiene diez años en la institución y dijo que en unas dos ocasiones ha escuchado los cohetes de la medianoche en plena faena, su familia siempre ha entendido su trabajo, pero no dejan de extrañarlo en la mesa.
Los vecinos de las comunidades adyacentes a la estación de bomberos siempre encuentran un momento para llevarles un presente a los efectivos, comparten con ellos platos que estarán en la cena navideña como muestra de agradecimiento por su desinteresada labor y el jueves no fue la excepción.
A las 8:00 de la noche se sentaron a comer, no faltaron las anécdotas ni las risas, pero las bebidas alcohólicas no fueron bienvenidas en esta mesa. Tampoco estuvieron presentes las bebidas espirituosas en el compartir de fin de año del grupo de enfermeras del Ambulatorio Rafael Vicente Andrade, conocido como Seguro de Barrio Unión.
Andreína Querales eligió ser enfermera pese a las complejidades de la profesión.
El fin de año lo pasó en la emergencia centro de salud, dijo sentirse feliz porque esas experiencias le sirven de aprendizaje para su crecimiento personal y profesional.
Mientras que los hijos de Floralbia Uzcátegui le dijeron “mamá ¿otra vez de guardia?” al enterarse de que ella trabajaría durante el 31 de diciembre y el 1º de enero. Ella los extraña, pero asegura que disfruta su trabajo porque lo hace con amor.
“Yo siempre les digo a los muchachos jóvenes, si no quieren trabajar en fechas especiales o en épocas de vacaciones, entonces elijan un trabajo de oficina” comentó entre risas.
Pero no todas las oficinas cumplen horarios sencillos. En las oficinas del Servicio de Emergencias Lara 911, hubo todo un equipo de trabajadores que cumplió la guardia de fin de año.
El teléfono no paraba de sonar, la mayoría por emergencias médicas y una que otra por hechos violentos que no faltan en la época.
14 personas estuvieron desde las 6:00 de la noche hasta las 7:00 de la mañana del primer día de este nuevo año. La operadora Gerlin Oropeza sintió melancolía al no poder compartir con los suyos pero dijo que son gajes del oficio y está consciente que como ella, hay muchos. Están los funcionarios de todos los cuerpos de seguridad, personal de vigilancia, trabajadores de la salud, comunicadores sociales, funerarios, y otras áreas que ameritan el servicio en épocas especiales.