Cardenales de Lara de nuevo pasará un mes de enero amargo sin béisbol debido a su tercera eliminación consecutiva en la ronda regular y su sexta en las últimas siete campaña de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
Quedar fuera cuando avanzan seis de ocho clubes a la siguiente ronda es un resultado que traduce un rotundo fracaso para la divisa que cumplió 50 años dentro de la pelota rentada nacional.
En la 2014-2015 también los crepusculares salieron de la clasificación en una jornada doble extra donde los Tiburones de La Guaira dominaron a Leones del Caracas y luego hicieron lo mismo con los pájaros rojos en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto.
Si bien es cierto que el club terminó en la ronda regular con marca de 33-30, el nuevo formato propuesto por los pájaros rojos y aceptado por cinco de los ocho equipos que componen la LVBP, resultó prejudicial para la novena.
El elenco barquisimetano jugó con consistencia en un largo trecho de la zafra, con buenas actuaciones de Jairo Pérez y Carlos Rivero en ofensiva, pero en los momentos finales le faltó rematar la faena. De hecho, es una deuda pendiente de la divisa roja en los últimos años, ganar los juegos importantes en los momentos necesarios para tomar el boleto hacia la postemporada.
La tropa larense experimentó problemas en los últimos encuentros para traer carreras y eso le costó tener amplias ventajas. Además de perder por sanción a Héctor Giménez, uno de los toleteros de más experiencia en la liga, en un momento que Lara pasó apuros. Mientras que el cuerpo de relevista vivió problemas evidentes desde finales de noviembre al irse James Hoyt y sumada a la lesión de Tiago Da Silva, quien se ausentó por dos semanas y medias.
A Lara le faltó relevo en los innings del medio a pesar de los buenos trabajos del novel Osmer Morales y Da Silva, quienes fueron parte de los caballitos de batalla del mánager Luis Dorante. Además el cuerpo de abridores vivió problemas de consistencia como es el caso de los zurdos Edwin Escobar y César Jiménez, aunque este último salvo un poco con su buen trabajo de seis episodios en el duelo extra ante los Leones del Caracas. Cardenales no consiguió paliar la situación de los abridores y la dupla de Raúl Rivero-Néstor Molina se encargó de liderar la rotación sin tener respaldo.
Aunque los resultados no fueron los esperados y los barquisimetanos viven una de sus peores épocas de su historia, los peloteros Ildemaro Vargas y Juniel Querecuto refrescaron al club, al tener un buen rendimiento a lo largo del año. Ambos parecen ser los líderes emergentes que podrían comenzar una rebelión interesante en los próximos años. Jhondaniel Medina también recibió oportunidad y aunque estuvo inconsistente en la primera mitad después compuso el rumbo. Parece un lanzador que cuenta con potencial para ayudar, al igual que Osmer Morales, de buen desempeño en gran trazo de la temporada.
Ravelo lideró importación
El antillano Rangel Ravelo lideró la importación al ser uno de los mejores foráneos de la campaña. El bateador derecho fue uno de los más consistentes con el madero. En tanto que Rubi Silva, aunque aportó una buena cantidad de remolcadas (25), al ser un jugador que cuenta con rapidez y estar ubicado en la mayoría del tiempo como noveno bate, le faltó más contacto a la hora de pararse en el home plate. Muchos turnos importantes fueron tomados por el paleador cubano que finalizaron en ponches al tener un problema grave ante los pitcheos quebrados y contra los lanzadores zurdos.
El brasileño Paulo Orlando estuvo correcto en la defensa pero tuvo problemas para batear con gente en circulación. En el pitcheo Tiago Da Silva cumplió y Yoanner Negrín fue intermitente como abridor y relevista. James Hoyt y Peter Tago fueron los cerradores del club. Tago falló en el momento menos indicado el martes 29 de diciembre ante Leones del Caracas cuando cedió ante la ofensiva melenuda y no mantuvo la ventaja de los locales. El diestro Mike DeMark trabajó en sus pocas presentaciones de manera positiva pero pareció llegar tarde. Lejos de eso, al estratega Luis Dorante, quizás le faltó un par de brazos fresco en el bullpen, sobretodo zurdo para ayudar a los bomberos larenses. Careció el conjunto alado de los hombres importantes para trabajar en el sexto, séptimo y octavo capítulo.
El jardinero Carlos Guzmán y los relevistas Winston Abreu, Jeff Urlaub, Víctor Capellán, Rob Bryson y el abridor Michael Lee, quedaron a deber, el primero con el madero no contribuyó, mientras que el resto no fueron lo esperado para el grupo de tiradores.
La tropa guara tendrá unos meses para reflexionar en muchos aspectos y parece que llegó la hora de tomar decisiones transcendentales que los haga retornar a los éxitos logrados en los años 90 que tanto claman sus seguidores. Pareciera tener ausencias como un receptor de más peso y un jardinero criollo de fuste, amén de los relevistas que puedan tener la sapiencia para sacar los outs importantes en los momentos oportunos.
