Cuando en un país se desborda la violencia y las leyes son letra muerta que favorecen la impunidad, el panorama es desolador. Lara, por más de quince años, ha pasado a ser uno de los estados más violentos de Venezuela y así está reflejado en sus cifras: este 2015 cerró con 887 personas asesinadas. En comparación con el año 2014 el aumento fue de 9,8%, pues en esa ocasión fueron 806 víctimas fatales.
Más del 93 % de los crímenes cometidos con armas de fuego, el resto con armas blancas, objetos contundentes entre otros.
La entidad está conformada por nueve municipios de los cuales Iribarren es el que lleva la batuta con 647 crímenes. Es el oeste de la ciudad, específicamente la parroquia Juan de Villegas, una de las más peligrosas, seguido de norte, este y sur de la ciudad.
Palavecino fue el segundo municipio en donde la violencia cobró 72 vidas.
En Jiménez se registraron 44 personas fallecidas; en Andrés Eloy Blanco 36; Torres 28 y de sexto lugar se posiciona Simón Planas con 25 bajas. Morán con 19 y los municipios en donde la violencia causó menos tragedia fue en Crespo donde solo hubo 13 crímenes. Urdaneta registró 3 homicidios, municipio que por años se ha mantenido como el menos violento.
En total, 240 homicidios se registraron en los municipios foráneos.
A los homicidios registrados por municipios se le suman 32 abatidos por distintos cuerpos de seguridad, entre ellos cinco en la aplicación de la Operación para la Liberación y Protección del Pueblo (OLP).
Ni con el pétalo de una rosa
Para Hisvet Fernández, representante del Observatorio de los Derechos Humanos de las Mujeres en el estado Lara, las féminas siguen siendo “botines de guerra”, porque a estas alturas persiste la discriminación y el maltrato.
En el año 2015, 44 mujeres fueron asesinadas, de ellas cinco infanticidios y siete adolescentes. Entre los casos que causaron mayor conmoción se encuentra el de dos niñas. El primer caso fue en la comunidad de Las Tunas, el 16 de enero, cuando un amigo de la familia violó, asesinó y enterró a una niña de 10 años. Un caso similar se registró el 24 de agosto en el sector La Plazoleta de la parroquia Tamaca: una pequeña de 9 años fue estrangulada; su asesino un joven de 21 años con el que mantenía relaciones y su cómplice el hermano de la víctima fatal de tan solo 13 años. Ambos criminales fueron capturados por el cuerpo detectivesco.
Entre las adolescentes víctimas de la violencia se encuentra una adolescente de 15 años, una joven que a su corta edad había tenido fuertes experiencias.
Ella, en una oportunidad, dijo que creyó se estaba comiendo el mundo. La joven estaba metida en un mundo de prostitución y fue víctima de un hombre llamado El Gringo, quien consumía estupefacientes y por estar compartiendo con jóvenes de dudosa reputación quedó en medio de un enfrentamiento de bandas y fue asesinada el 17 de agosto en Cerritos Blancos, al oeste de Barquisimeto.
En cuanto a las mujeres sobresalen los casos de Yeandra Victoria López Guanipa (27), joven asesinada dentro de un hotel por su pareja, en medio de un ataque de celos. Minerva de Jesús Pérez Bastidas (55), fue estrangulada por su nieto en el mes de julio, en el sector 2 de La Carucieña. Fernández comenta que la calidad de vida ha desmejorado y por lo general los crímenes en contra de mujeres son asumidos como pasionales. Nadie se preocupa por saber qué pasa.
Acaban con el futuro del país
Durante el 2015 se cometieron seis infanticidios en contra de varones y acabaron con la vida de 64 adolescentes, quienes figuran como el futuro del país, además de cinco niñas, con lo cual la violencia no le ha dado tregua y es que según las estadísticas el mayor número de víctimas son hombres.
Las edades promedios en la que son cometidos los crímenes varían entre 15 y 35 años.
En ese mismo renglón se encuentran 12 funcionarios de diversos cuerpos de seguridad que cayeron en manos de la delincuencia.
Así mismo fue significativo el incremento de los asesinatos múltiples.
Durante el 2015 se cometieron 56 dobles homicidios, 8 triples homicidios, 4 cuádruples homicidios y un quíntuple homicidio que conmocionó a la entidad larense, hecho cometido en el mes de noviembre al este de la ciudad. Las víctimas eran adolescentes y jóvenes que fueron sacados de una fiesta.