Desde hace un par de semanas se conoció la situación que ha estado afectando a la Unidad de Diálisis del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp), debido al desborde y filtraciones de aguas contaminadas. Desde entonces han surgido diferentes reacciones por parte del personal, los médicos, pacientes, familiares, incluso el diputado del Consejo Legislativo (CLEL) Jhonny Colmenárez quien hizo un llamado a los entes correspondientes para que busquen una solución a esta cuestionable situación.
Las condiciones de la Unidad no están aptas para seguir prestando el servicio de Nefrología, así lo manifestaron las personas que laboran en ella, sin embargo no pueden dejar de atender a los pacientes que requieren constantemente de su tratamiento, ya que los mismos cuentan con días programados para realizarse la diálisis.
Este martes, en horas de la tarde, los pacientes y trabajadores del área donde funciona la Unidad de Diálisis denunciaron ante este medio que el espacio tuvo que ser desalojado nuevamente por la filtración de aguas negras, tal información fue confirmada por el equipo reporteril. Ayer se realizó una visita nuevamente al Hcuamp para verificar cómo marchaba la situación y si los pacientes dejaron de recibir sus tratamientos o no. Efectivamente estaban laborando, atendiendo a las personas que estaban programadas para ese día, pero los mismo indicaron que trabajan bajo riesgo, porque además del problema con las aguas, también están dañados los aires, de 18 máquinas solo funcionan 6, tienen que mantener la puerta abierta, están expuestos a una grave contaminación, tanto los médicos como quienes se dializan.
La situación se torna cada vez más difícil, son muchas las denuncias realizadas. Un médico que labora en la institución, quien prefirió no ser identificado, señaló que lo único que hace el Gobierno regional es ponerle pañitos de agua tibia al hospital. “No necesitamos que pinten paredes y construyan nuevas fachadas, queremos un nuevo edificio, con más de diez pisos, donde se atiendan a todas las personas sin estar pidiendo insumos, que funcione como un buen centro asistencial, las personas enfermas no se merecen esto. Las condiciones no son aptas para brindar ningún servicio, además no reconocen nuestra labor. Mi quincena de este mes fue de 3.300 bolívares. Trabajo por vocación”.
Exigen que se tomen las medidas necesarias y atiendan lo más pronto posible esta situación para poder ofrecer un servicio al menos decente a los pacientes renales.