El director canadiense, guionista, productor de cine y explorador marino James Cameron confirmó que no será en 2016 cuando se estrene la secuela de Avatar, la una película de ciencia ficción protagonizada por Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Stephen Lang y Michelle Rodríguez.
“Navidad de 2017, ese es nuestro objetivo, o al menos lo que hemos anunciado”, dijo el también director de Terminator y Titanic a la Gaceta de Montreal.
“Tenemos el diseño más o menos terminado, que es un trabajo enorme que nos ha llevado unos dos años. Concluimos ya las criaturas y los paisajes, además de los nuevos mundos dentro del mundo de Pandora”, agregó el cineasta.
Avatar, cuyo presupuesto fue de 237 millones de dólares, está ambientada en el año 2154, en Pandora, una luna del planeta Polifemo habitada por una raza humanoide llamada na’vi, con la que los humanos se encuentran en conflicto debido a que uno de sus clanes está asentado alrededor de un gigantesco árbol que cubre una inmensa veta de un mineral muy cotizado y que supondría la solución a los problemas energéticos de la Tierra: el unobtainium.
Jake Sully, un marine que quedó paralítico, es seleccionado para participar en el programa Avatar, un proyecto que transporta la mente de los científicos a unos cuerpos artificiales de na’vi para que la comunicación con los nativos resulte así más sencilla. Durante esa búsqueda de confianza entre Jake y los na’vi, Jake debe ser aprobado por la tribu y experimenta todas las relaciones con el bosque, la fauna y la flora que tienen los nativos, junto con sus costumbres y su lengua.
A pesar del fin científico del proyecto, el coronel Quaritch, quien dirige la defensa de la base humana en Pandora, convence a Jake para que le proporcione información sobre los nativos en caso de que fuera necesario recurrir a la fuerza para que se marchen. En un principio, Jake cumple profesionalmente su misión, pero se enamora de una de las nativas, Neytiri, y se da cuenta de que éstos jamás renunciarán a su tierra, haciendo inevitable un conflicto armado; él deberá decidir de qué lado está.