El Ministerio de Defensa ruso aseguró haber matado a varios cabecillas del grupo extremista Estado islámico.
Moscú explicó el miércoles que la semana pasada recibió una alerta de la oposición siria sobre una próxima reunión de líderes de la milicia radical fuera de la ciudad, y vigiló la zona durante dos días antes de que un bombardero Su-34 atacase el lugar del encuentro. La fecha de la operación no fue desvelada.
Rusia es un firme aliado del presidente Bashar Assad, y ha sido acusada de utilizar su operación aérea en Siria — que comenzó el pasado septiembre — para apuntalar al mandatario en el poder.
El Ministerio de Defensa dijo estar colaborando con “representantes de las fuerzas patrióticas de la oposición” no identificados, que han estado proporcionando a Moscú posibles objetivos en Siria.