Desde la mitad del mundo vimos el deplorable espectáculo que nos brindó la moribunda AN venezolana. Pateando la constitución como han estado acostumbrado hacerlo desde el 4F, los castristas-chavistas-maduristas se valieron de sus últimos estertóreos para tomar una serie de decisiones írritas que más temprano que tarde deberán ser derogadas por la nueva AN que se instalará el 5 de enero. Observamos en las pantallas de tv al teniente felón (a quien le regalaron una estrellita para llevarlo a capitán y así poder “mejorarle su pensión” que según él buena falta le hace) hacer gala de su formación nazi fascista, lanzando improperios en contra de la bancada opositora y pasándose por el bolsillo trasero los más elementales postulados constitucionales. Con un lenguaje burdelero, de guapo de barrio, condujo la asamblea cuarteleramente para aprobar la designación, inconstitucional repetimos, de los nuevos magistrados del TSJ. Inferimos de sus palabras finales que ese sería el último acto inmoral de esa AN. Gozoso, esponjado, dentro de su terno de miles de dólares y con los verdes saliéndosele por las orejas como si fueran hojas de topocho, procedió a tomarles juramento. “Listo camaradas estamos blindados, nuestros churupos están a buen recaudo. Viva la robolución, viva Chávez”. Se levanta la sesión.
Jamás en nuestra historia republicana, ni en sus más oscuros momentos, se tienen noticias de actuación legislativa igual. Una vergüenza que habrá que borrar de los anales de la historia patria. Pero ya faltan pocos días para que esta pesadilla concluya. El 5E la luz brillará de nuevo en el Palacio Federal. Ese día se dará inicio al cambio que el pueblo, de forma mayoritaria y contundente, pidió en las urnas el 6D. Ese día no veremos a ningún militar felón ni ningún castro comunista en el presidio del poder legislativo. Venezolanos demócratas, probos, idóneos, comprometidos con el país y con su pueblo, estarán ocupando esas sillas, previa fumigación. Y al fondo del hemiciclo, por allá en un rincón, con orejas de burro incluidas, estarán sentados los pocos sobrevivientes de esta desgracia nacional. Esperemos que lleven aprendida la lección y sepan respetar la decisión soberana del pueblo.
Cuidado y no se les vaya a ocurrir ese día emular la vil actuación de José Tadeo Monagas cuando el 20 de enero de 1848 asaltó el Congreso Nacional, porque ese pueblo que cívica, pacífica y democráticamente acudió a las urnas el pasado 6D los barrerá de la faz de la tierra. Sería la tumba definitiva del chavismo y su falacia de revolución socialista. Nuestras FFAA deberán estar atentas y prestas a que ese acto de instalación de la nueva AN, que el pueblo se dio en libérrimos comicios, se haga con absoluta paz y tranquilidad.
Por su parte el ciudadano presidente de la República, jefe del Estado y comandante en jefe de las FFAA y de paso presidente del partido de gobierno, debe ser el gran garante de que todo transcurra en sana paz y tranquilidad. Mantener a sus colectivos y grupos armados amarrados. Debe esperar tranquilo y sin nervios, en el palacio de gobierno, para recibir a la comisión protocolar de diputados que le participará que la nueva AN ha sido instalada oficialmente. Y a partir de ese momento entender y aceptar que ya hay un poder público que ha dejado de ser sumiso a su voluntad y ha adquirido su plena autonomía e independencia. Que la democracia comienza a ser restablecida en el país. Que ya no podrá seguir haciendo lo que le venga en ganas o lo que le ordenen los Castros. Que ahora habrá un poder contralor que le pedirá cuentas de sus actuaciones. Y así será
Aprovecho la oportunidad de este paraninfo para hacerles llegar a todos mis asiduos y consecuentes lectores un saludo en estas navidades y los mejores augurios para el próximo año.