Ciudad de Vaticano, 25 de diciembre.– El papa apoyó los esfuerzos de paz en Colombia y Siria y pidió “abundantes bendiciones” para las personas y Estados que acojan a migrantes, en su mensaje de Navidad, en el que condenó los “atroces actos terroristas” de los últimos meses.
En su tradicional mensaje “Urbi et Orb” (a la ciudad y al mundo) el papa pidió “que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz”, tras medio siglo de enfrentamiento armado.
Desde el balcón central de la basílica de San Pedro en el Vaticano, el pontífice emitió una indulgencia plenaria a los católicos con la esperanza de difundir el mensaje de misericordia en un mundo desgarrado por la pobreza, las guerras y los ataques terroristas.
La soleada Plaza de San Pedro estaba bajo las estrictas medidas de seguridad que rigen desde los ataques de extremistas islámicos en París el 13 de noviembre que dejaron 130 muertos.
La indulgencia es una antigua tradición católica relacionada con el perdón de los pecados. Francisco la anunció después de su bendición navideña “Urbi et orbi”, en la que mencionó los centros de conflicto mundial y oró por el fin del sufrimiento humano.
Francisco se refirió a los “atroces actos de terrorismo” que golpearon la capital francesa este año, así como los ataques en el espacio aéreo egipcio, Beirut, Mali y Túnez. Denunció los conflictos en África, Oriente Medio y Ucrania, y ofreció palabras de consuelo a los cristianos perseguidos por su fe en diversas partes del mundo. “Son nuestros mártires de hoy”, dijo.
En alusión indirecta al grupo Estado Islámico, exhortó a la comunidad internacional a dirigir su atención a Siria, Irak, Libia, Yemen y el Africa subsahariana, donde las atrocidades “causan todavía numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros”.
“Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella”, dijo el papa.
Siria padece una guerra civil que ha causado más 250.000 muertes y obligado a millones a huir del país.
“Pidamos al Señor que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población extenuada”, dijo Francisco.
“Es igualmente urgente que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos, para que se superen las graves divisiones y violencias que afligen el país”.
Francisco elogió a los individuos y países que acogieron a los refugiados que huyen de “condiciones muchas veces inhumanas”, y afirmó que su generosidad ayuda a los recién venidos a “construir un futuro digno para ellos y para sus seres queridos, y a integrarse dentro de las sociedades que los reciben”.
Los festejos navideños, que comenzaron con la Misa del Gallo en San Pedro el jueves por la noche, continuarán con una bendición el sábado al mediodía y una misa el domingo dedicada a las familias como parte del inicio del Año Santo.