La capital larense, después del gran movimiento de personas que registró durante la semana, en especial los días 23 y 24, se mostraba prácticamente desolada la mañana y parte de la tarde de este viernes 25, algo que se hacía sentir especialmente en la zona comercial.
La avenida Veinte, con todos sus almacenes cerrados, provocaba recorrerla caminando sin riesgo de tropezar con alguien o algo, o ser atropellado por los motorizados que, prácticamente, la habían tomado días anteriores.
La misma situación prevalecía en la carrera 21, donde tampoco los comerciantes chinos abrieron sus puertas, salvo uno que, durante la mañana, hacía sus ventas tras la reja a quienes no habían podido adquirir los regalos el día anterior.
En la calle 42 o avenida Rómulo Gallegos, de los tarantines que normalmente ocupan las aceras o un canal del corredor vial, sólo había los esqueletos pues los comerciantes informales estaban ausentes, aunque algunos, muy pocos, salieron este 25 a tratar de vender algo.
En el Terminal de Pasajeros, luego de las 9 de la mañana, se podía notar un incremento en el movimiento de unidades entrando y saliendo hacia diferentes destinos.
“San Felipe, Guanare, Barinas, Carora, Valencia, Caracas”, gritaban los voceadores de las diferentes líneas, llamando a los pocos viajeros que, imposibilitados de viajar el día anterior, lo hacían este viernes con la finalidad de estar con sus familias en otros lares durante el largo fin de semana.
“Después del mediodía habrá más movimiento porque mucha gente hoy se queda durmiendo hasta tarde después de la rumba de anoche”, manifestó uno de los trabajadores.
Explicó que la mayor cantidad de vehículos estaba saliendo hacia San Felipe, Acarigua y Maracaibo, y también hacia Barinas, y que los de rutas más largas, como San Cristóbal, Mérida o Coro y Punto Fijo lo harían durante la tarde y la noche.
Algunos viajeros se quejaban de la falta de seguridad con recorridos de los uniformados de la policía o guardias nacionales.
Mientras en las paradas oficiales del interior del terminal, los conductores esperaban a los viajeros, en las afueras, en especial la carrera 24, aunque pocos, los llamados “piratas” también llamaban la atención de todo aquel que llegaba con maletín o maleta, señal de que se disponía a viajar.
Las autoridades de ese centro de acopio han reiterado los llamados a los viajeros para que utilicen los vehículos afiliados a las líneas pues sólo sobre ellos pueden ejercer algún control en lo que respecta a las tarifas a aplicar y el estado de las unidades.