A Maduro, sostiene el excandidato, hay que dejarlo solo en el ring de la radicalización. La alianza opositora debe concentrarse en salvar al país de la catástrofe.
Para el gobernador de Miranda y excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, la profundidad de la crisis política y económica obliga a las fuerzas de oposición a no distraerse de sus objetivos, que deben apuntar a la recuperación del país y a la consolidación y ampliación de una nueva mayoría.
En entrevista para Tal Cual Digital, Capriles alertó contra lo que serían esas distracciones: de un lado, caer en la confrontación frontal que busca el Gobierno; del otro, pretender una vez más hallar atajos, a la manera de La Salida, que solamente pueden conducir a nuevas derrotas.
“La perspectiva en este momento es grave, y la caída del ingreso petrolero es una catástrofe. Por eso mi preocupación. Maduro, en vez de tratar de desmontar la crisis política que vive el país, está profundizándola. Se radicalizan para evitar que la base de apoyo del 40%, que no es nada despreciable, se le siga dispersando. Maduro pareciera buscar un desenlace, obligar al país a meterse en la agenda política. Promueven el choque de trenes”, sostiene, y asegura que si esa estrategia le funcionó a Chávez, no ocurrirá lo mismo con su sucesor.
El país, dijo, es hoy un paciente en terapia intensiva y entubado, frente al cual no hay espacio para hablar de revocatorios o constituyentes: “Pero también tiene fractura en el brazo y una pierna. ¿Lo operas para arreglarle la fractura o lo sacas del coma inducido? Tienes que sacarlo primero de ese estado. Las condiciones socioeconómicas son peores que cuando el Caracazo. La prioridad es que el país pueda estabilizarse en la economía. Hay que revisar presupuesto, revisar ingresos, parar la regaladera de petróleo, revisar las condiciones de deuda». Y solo si Maduro impide ese proceso, entonces habría que “convocar una junta médica, porque está saboteando el tratamiento”.
Capriles insitió, en ese sentido, en la necesidad de entender el significado de la reciente victoria electoral. “El 6-D es una suma de varias cosas. Hay un trabajo hecho y un voto castigo, no podemos caernos a coba. Ahora el reto es convertirlo en fuerza de cambio, en simpatizante del proyecto de cambio que encuentra en la MUD una plataforma de organización que es importante mantener. Cómo logramos eso: expliquemos proyectos de ley, nuestras intenciones, desmontemos la campaña de mentiras y miedo del Gobierno, los candidatos que vayan a casa por casa de una vez, hagamos política”, declaró.
Por esa misma razón alertó fuertemente contra toda pretensión de buscar atajos: “Yo no quiero llover sobre mojado, pero a La Salida hay que incluirla en los grandes fracasos nacionales, como el paro. Le dio narrativa al Gobierno por un año y todavía. De haber asumido ese camino no habríamos tenido el triunfo del 6-D. Nosotros decíamos que había que organizar una mayoría con piso en los barrios del país, fuerza política. (…) Ahora hay una política que triunfó y hay que seguir fortaleciéndola. Aquí no hay espacio para La Salida, segunda parte, si pretendes mantener la Unidad. Quien quiera eso, le saldremos al frente con firmeza. Yo no voy a descalificar a nadie, pero es cierto que hay gente que le encanta mandar a revisar a otros, pero deberían revisar sus propias actuaciones”.