La sorpresa fue factor determinante ayer. Cardenales salió con la decisión de apuntalar el gran trabajo de Néstor Molina y lo hizo con agresividad. Paulo Orlando y Jairo Pérez, cuarto y quinto palos, tocaron la bola en el segundo y siguió otro toque de Querecuto para que Jiménez empujara la primera con elevado al centro.
En el tercero otro sacrificio de Vargas con dos a bordo hizo cometer error al pitcher y por allí se colaron tres marcas. Lo demás fue coser y cantar ante un oponente desaliñado y eliminado. Anoche le tocó despertar a Rubi Silva, toletero de altibajos por quien Lara ha tenido paciencia. Su cuarto jonrón sirvió para abultar la pizarra 6-0, en medio de un ataque que al final arrojó trece hits.
Molina estuvo intransigente. Una tarde-noche de control excelente sobre toda su variedad. Despachó rápido y a placer con sinker y slider, aparte de una buen colocada recta, atacando la zona de strike. El primer hit que recibió en el sexto fue también el primer batazo fuera del cuadro para los rapaces.
Estaba tan crecido el carabobeño que indujo doce rolatas en una alineación apagada que solo conectó cinco hits, siete en dos días y no hizo carreras en su visita a Barquisimeto. Al campo, jugadas de lujo a cargo del siempre destacado Ildemaro Vargas, tomando un rodado de Freddy Parejo y lanzando desde el suelo la pelota al campocorto Querecuto, y el inicialista Héctor Giménez, decapitando a un lado de la raya un cohete del mismo Parejo.
Vargas hizo diez lances en una atareada jornada en la cual brilló su compañero de llave Juniel Querecuto con tres inatrapables que elevaron su average a .349. Estos juegos prenavideños dejan a Cardenales en posición importante y a la expectativa. Está dentro de la clasificación acumulada pero tiene que ventilar los resultados de Caribes en particular.
El club, con tres triunfos al hilo, parece desarrollar una racha en estos partidos de cierre y eso puede ser determinante. La cena navideña estará complementada por un optimismo bien fundamentado hacia una posible clasificación. Felicidades lectores.
