No sorprendió el Osmer Morales de anoche. Su transición de relevista largo a tirador de rotación se cumplió exitosamente. Es verdad que encontró a un rival decaído, pero estuvo excelente en su tarea de cinco episodios.
Sus compañeros le dieron respaldo tempranero y ello le permitió retar más con su recta y slider, haciendo batear a los contrarios sin requerir de su magnífica curva. No ponchó a nadie y le dieron dos hits para hacerse de un blanqueo combinado con Tiago Da Silva y Peter Tago, colocados un par de innings cada uno por el viaje de ambos a Estados Unidos.
Morales dejó claro que es una importante opción para ingresar completamente en una rotación llena de altibajos. Solo dos, por boleto y error, se embasaron después del quinto en un club que arribó a Barquisimeto eliminado matemáticamente. Carlos Rivero fue el otro protagonista. Llegó a 38 empujadas con jonrón, doble y sencillo.
Lo más significativo es que parece recuperar en el plato la confianza que le permita dar más a la plantilla local. No menos resaltante Rangel ravelo, quien volvió a tomar el ritmo que lo convirtió en sensación ofensiva de la primera mitad. No jugará el encuentro de hoy y será sustituido por Héctor Giménez, quien termina de cumplir la sanción ya conocida. Cardenales necesita ganar y ligar.
Mantenerse en el sexto es vital. Acercarse al quinto que ocupa La Guaira y poder ascender a esa posición resultaría ideal para asegurar su ingreso a los tercios de final. Empero, las combinaciones de las últimas fechas son múltiples y los juegos de Caribes, La Guaira, Caracas y Aragua tienen mucha incidencia en el destino final de los pájaros rojos. En juego adelantado para las 4 de la tarde, Néstor Molina, uno de los dos grande de la rotación tendrá la encomienda de mantener a Lara firme en el sitio que ocupa, con las expectativas correspondientes en los resultados de otros parques.