El 6 de diciembre se ratificó la fuerza de la ruta democrática, el pueblo mandó un mensaje contundente y trazó un camino que tiene como objetivo el cambio político. Los venezolanos se expresaron con contundencia y claridad contra la polarización política y la confrontación permanente.
Como una obligación ante la expresión histórica de la nación a través de una mayoría parlamentaria de la MUD, los gobernadores de Lara y Miranda, Henri Falcón y Henrique Capriles, se reunieron el fin de semana para compartir análisis, visiones y discutir propuestas para enfrentar los principales problemas que genera la crisis estructural que agobia al país y conversaron sobre el futuro político de la nación y los posibles escenarios.
Ambos líderes sociales y políticos defendieron las elecciones como el camino para iniciar el proceso de cambio de forma pacífica y constitucional, en medio de las tensiones políticas y sociales del año 2014. Igualmente plantearon la lucha no violenta para salir del actual modelo socialista en decadencia, compartiendo una visión conjunta sobre un Estado Dinamizador, que genere progreso y justicia social, a través de un proceso de concertación con todos los sectores, inspirados en los valores de la solidaridad, inclusión social, libertad, participación y eficiencia sobre las bases constitucionales, respetando la pluralidad de pensamiento y la diversidad política.
Ambos representan dos de las principales gobernaciones de Venezuela y bastiones indiscutibles para el avance democrático y centros de discusión para la búsqueda de soluciones a los grandes problemas de Venezuela.
En su reflexión conjunta sobre los resultados electorales, Capriles y Falcón consideraron que el mensaje del pasado 6 de diciembre es una exigencia que el país le hace a todos los sectores. Es la expresión de la inmensa mayoría, de reorientar la agenda política hacia los temas centrales, hacia la solución de los problemas, de dejar de lado la confrontación política y de ocuparse de enfrentar la crisis con todos los que quieran sumarse de forma amplia y democrática para lograrlo, es decir, todos los venezolanos estamos llamados a enfrentar la agudización de la crisis. Hay que darle importancia es a la agenda social y a la agenda económica, no a la confrontación y mucho menos a la retaliación. Ningún país ha salido de una crisis estructural dividido o confrontado, consideraron los líderes.
En relación al escenario 2016, ambos dirigentes coincidieron en que la realidad amenaza con agudizar aún más la crisis, situación que obliga a la dirigencia a abrir espacios de diálogo por Venezuela, ningún político puede estar de espaldas a esta realidad que tiende a complicarse con un proceso de hiperinflación y una mayor escasez. Debemos dar ejemplo al país encontrando rápidamente un acuerdo para la directiva de la Asamblea que se sostenga a lo largo de los 5 años que nos corresponden.
«De continuar las cosas como van, estaremos en presencia de la unión de dos factores muy críticos para la vida nacional: la dramática caída de los precios del petróleo y el ineficiente manejo de la política económica por parte del gobierno nacional. Sobre la primera no podemos influir, pero sobre la segunda estamos obligados a hacerlo, porque es el futuro de Venezuela el que está en juego».
Sobre este particular, los gobernadores declararon que no existen fórmulas mágicas, ni recetas impuestas, ni modelos extranjeros. «Lo único que puede hacernos fuertes frente a la crisis más dura que hemos vivido como nación, es enfrentarla juntos, haciendo lo que cada uno sabe y tiene que hacer para que este país mejore. Esto no cae del cielo. La unión pasa por el diálogo y por el respeto, cosa en la cual el gobierno está obligado a dar el ejemplo y si no lo hiciera, este país decidido a cambiar, avanzaría hacia las soluciones. El cambio se abriría paso por encima de cualquier obstáculo y la Constitución Nacional de 1999 establece los mecanismos para concretarlos si el ejecutivo nacional continúa de espalda a la realidad» finalizaron.