Mientras el gobierno busca y rebusca cómo recomponerse, reinventarse y resucitar de los apabullantes resultados electorales del 6D, vía Parlamento Comunal, nombramiento apresurado de magistrados, inflamados discursos de cómo “la derecha” no volverá más nunca, la realidad del país se le estrella en sus narices y ellos siguen… como si nada…
El lunes 14 temprano en la mañana me encontré con un mensaje en Twitter de Adriana Medina, quien desesperada pedía un remedio que necesitaba su sobrinito de 3 años, que padecía de cáncer de pulmón. Inmediatamente lo retuiteé, pues ya he pasado por la angustia de no conseguir medicamentos y la solución la he encontrado en la gente buena que he conocido por Twitter, quienes han compartido sus remedios generosamente. Pedí que lo pasaran hasta encontrar el medicamento, cuando recibí un mensaje de Adriana quien me agradecía el gesto, pero me informaba que su sobrino había fallecido en la madrugada.
No tengo palabras para expresar la impotencia y la indignación que sentí. Pensé en tanto dinero dilapidado, como el invertido en las vallas de propaganda de lo “bien” que marcha la revolución. Esto parece un carro en retroceso a quinientos kilómetros por hora, conducido por Pastor Maldonado. Hablando de este último, nos vendría muy bien contar con la millonada de dólares que gasta Pdvsa en su patrocinio. Esto para no hablar del dinero que se ha ido por otras vías. Si no hay forma de ponerle coto a la corrupción y a la dilapidación de dinero, cada vez nos hundiremos más en la crisis que nos ahoga.
Al día siguiente de la muerte del bebé, me informan que el portero de mi edificio, el querido señor Ramón, había sido llevado de emergencia al hospital por una subida violenta de tensión. ¿La causa? Ramón había dejado de tomar el remedio para la tensión, pues el que tomaba no se conseguía ¿Quién responde por esto?…
La respuesta es NADIE. A NADIE le importa que se muera uno, que se mueran cien, que se mueran mil. Si les importara ya hubieran hecho algo. Las noticias de la disponibilidad de remedios en las farmacias para los pelos de punta. Para los enfermos de cáncer y enfermedades similares no se consigue nada. A quienes todavía se preguntan por qué la gente los castigó votando por la MUD o votando nulo, no se maten buscando la respuesta…