Históricamente en el último trimestre del año aumentan los índices delictivos en todo el país, pero este 2015 cuenta con una particularidad. Venezuela está sumergida en una terrible crisis económica en que la devaluación, la escasez de alimentos, la falta de trabajos y oportunidades, ha tocado a todos los venezolanos y ha hecho surgir un nuevo fenómeno y son los delincuentes de oportunidades.
Marcos Tarres Briceño, criminólogo y consultor de seguridad ciudadana, explica que este nuevo fenómeno está surgiendo porque existe una serie de elementos nuevos y es la necesidad de las personas, quienes al ver la oportunidad de conseguir de un modo u otro más dinero para redondear su salario, caen en cometer algún acto delictivo, así no sean delincuentes.
El especialista tiene conocimiento de casos donde se cometen arrebatones con celulares, el cobro por los tramites y hasta algunos que se atreven a robar residencias y la ansiedad, el temor, falta de experiencia o simplemente llevados por el consumo de un estupefacientes a la final no solo los lleva a cometer un robo, sino hasta un crimen.
Para Daniel Azuaje, sociólogo e investigador, el deterioro de las condiciones económicas en el país está trayendo como consecuencia una delincuencia enmascarada.
Cuando el Estado suprime las divisas, adquisición de materia prima para empresas, corta la producción y ello trae como consecuencia la reducción de empleos, situación que influye de forma determinante en la cantidad de personas que necesitan mantener sus hogares y busca la forma de conseguir dinero.
Incluso explica el sociólogo que el desespero de algunos padres por conseguir comida ya se siente, dicha crisis ha hecho que suban los niveles de conflictividad en el país.
Los especialistas coinciden que el panorama para este 2016 no es nada alentador, indican que las tasas de criminalidad pueden subir sin control. Según estudios realizados, el primer trimestre del año los niveles de pobreza se ubicaban en un 43%, ahora se registra un 73 % de la población de que es más pobre.
Gran impunidad
Una de los elementos que contribuye a que la delincuencia se prolifere es la impunidad que existe, en materia de homicidio un 94 % de los casos quedan impunes, según comenta el criminólogo Tarre Briceño, mientras que los casos de robos, hurtos y secuestro las cifras son más elevadas; muchísimos quedan en cifras negras.
Para el especialista la aplicación de la ley es uno de los elementos fundamentales para el equilibrio social y al no aplicarse se desborda la delincuencia.
Mientras que el sociólogo Azuaje comenta que en el país, según las investigaciones realizados en el año 98, un 43 % de la población había sido víctima del hampa de forma directa e indirecta y ahora es un 95 % de la población.
“Vivimos en un estado virtual, donde tenemos un toque de queda. Es un riesgo salir de noche” comenta Azuaje.
“El Gobierno trata las cifras como si fueran secreto de Estado, desde el 2004. Precisamente son los números los que nos permiten hacer de estudios, análisis y saber donde estamos parados, es una absurda medida, solo quieren tapar el sol con un dedo. Eso lo que hace es multiplicar la percepción de inseguridad, que no es solo una sensación es una realidad que estamos afrontando”, manifiesta Marcos Tarre Briceño.
A la par que indica que se manejan con algunas cifras extra oficiales que ofrece el Observatorio Nacional de Violencia. “El año pasado fueron más de 20 mil personas fallecidas, se estima que este año las cifras aumenten”, expresa el criminólogo.
Planes fracasan
Tarre Briceño explica que en Venezuela se han implementado 21 planes de seguridad todos han fracaso y es simplemente porque no son ejecutados como deben ser.
El consultor de seguridad ciudadana indica que muchos son ideados como medidas electorales y posteriormente quedan en promesas y olvidados. Asegura que el la Gran Misión Vivienda a Toda Vida, se ajustaba a la realidad, era lo que se quería, fue bien ideado, pero nunca ejecutado. Ahora salen con la Operación para la Liberación y Protección del Pueblo (OLP) y fue muy acertada su creación se hablaba de convertir la delincuencia organizada, pero se paso a decir que era paramilitarismo, pasando a ser confusiones semánticas que no ayudan en nada.
“Pasan de un plan a otro sin evaluar resultados, es una gestión bastante errática, no existe por parte del Gobierno solucionar el tema de la delincuencia”, enfatizó Marre Briceño.