Cuando llegan las fechas decembrinas, es tradición armar en las casas, plazas, iglesias e instituciones, un pesebre para representar el nacimiento del niño Jesús. Ese es el verdadero significado de estas fiestas. Hoy en día esta costumbre se ha perdido un poco según los testimonios de muchos; hay quienes olvidan el verdadero concepto.
Si bien es cierto, estamos hablando de natividad y nacimiento; al hacer la relación con el pesebre, es bueno saber que esta palabra se refiere a un cajón de madera donde le servían comida a los animales. Desde la historia bíblica se conoce que la Virgen María puso allí a su hijo recién nacido porque no tenía otro lugar, fue la voluntad de Dios, quien decidió que así llegara su hijo al mundo, en medio de mucha humildad.
Este mes en que muchas familias se reúnen, comparten lindos momentos, recuerdan tantas cosas, lugares, costumbres, comidas, personas, es uno muy especial en el calendario. La gente busca intimidad con Dios, mantener una relación más cercana, realizan actos caritativos, la solidaridad desborda, las iglesias trabajan para que todos conozcan lo importante de rememorar y no dejar atrás lo bonito de aquel momento cuando nació Jesucristo. Es eso, la Navidad es costumbre, creencias, fe, es unión… amor. Armar el pesebre convoca a la unión familiar. Se reúnen para armar el pesebre o altar como otros le llaman, lo verdaderamente significativo es que a pesar de las dificultades, las situaciones del país, de una familia o cualquier cantidad de vivencias, diciembre es sinónimo de paz y alegrías.
Un pesebre de gran tamaño
Es así como en casa de Aura de Sánchez, ubicada en Barrio Unión, desde hacen más de 20 años se arma un pesebre lleno de colores y luces. La única persona que ella permite que le ayude es uno de sus hijos. Comenta que comienza a preparar todo antes del mes de noviembre, limpiar, ordenar, comprar y sacar las piezas a utilizar para poder montar el nacimiento, es bastante grande, de hecho abarca todo el frente de su casa, pero ella se muestra feliz y satisfecha al verlo y observar como las personas van a tomarse fotos y la felicitan por el resultado de su labor. “Desde el primero de noviembre ya está armado mi pesebre y no lo bajo sino hasta el 15 de enero, luego de la visita de la Divina Pastora. Es una costumbre, yo crecí viendo como mi mamá con mucho amor recibía la Navidad cada año, creo que esta es la forma de representar lo que sucedió en la historia bíblica, no a todos les gusta hacer esto. Mi pesebre mide 9 metros aproximadamente. Todos saben que solo yo lo puedo hacer y los pequeños de la casa respetan, solo se acercan a contemplarlo y tomarse fotos, para mí es maravilloso, siento bonito al hacerlo, no lo considero un trabajo, todo lo contrario, es una forma de entretenerme”.
El pesebre es sinónimo de fiesta
Cada familia adopta la tradición de forma distinta, pero todas con el mismo sentir. Este es el caso de la familia Parra, donde la señora Nubia, junto a tres hermanas y dos amigas del sector donde vive, específicamente en la calle 34 entre carreras 14 y 15 al centro de la ciudad, se ha vuelto una costumbre comenzar a preparar su pesebre desde los últimos días de noviembre, para que el primer día del mes “más bonito del año” esté armada esta representación religiosa del nacimiento del hijo de Dios. “Ya todos los vecinos conocen que cada año realizamos esto con toda la dedicación, están pendientes, pasan constantemente a ver cómo va el proceso, ofrecen ayuda para adquirir piezas, y luego simplemente vienen a disfrutarlo, hacemos un parrandon, celebramos las fiestas decembrinas, es una época para dar amor y sonrisas, la Navidad es alegría, tenemos como veinte años armando nuestro pesebre, y cada pieza que colocamos, cada luz, cada flor, para nosotras es simplemente una hermosa sensación, yo amo ver como las personas y familias se muestran muy contentas en esta época del año”.
Piezas artesanales con 118 años
Una familia larense de pura cepa. Desde 1897 los abuelos de Jacobo Perdomo comenzaron a estructurar un nacimiento con piezas realizadas por ellos mismos. Muñecos de trapo que ya cumplieron muchos años, aun son conservados y utilizados en casa del señor Jacobo todas las fechas navideñas para hacer el pesebre que lo ha caracterizado. Desde que cumplió 13 años ha estado armándolo y comenta que para él, continuar con esta costumbre significa alegría. “Tengo actualmente 66 muñecos, mi pesebre es una remembranza de las calles de El Tocuyo, incluso una de las casas que están allí es la de mis abuelos, ellos me enseñaron que siempre debe estar en la sala de la casa, y arriba, nunca en el piso, no me preguntes por qué, solo lo hago cada año con mucho esmero, me considero bueno con las manualidades así que constantemente busco cambiarle algunas cositas, agregar otras, todo para darle otra cara, pero sin olvidar nunca lo que de verdad representa, el nacimiento del niño Jesús y muchos recuerdos de mi infancia”, contò.
Una parte de los muñecos fueron heredados por la abuela y otra por la tía-abuela, al fallecer ellas, estos pasaron por una generación completa, hasta llegar a las manos de quien hoy día los cuida y les da el valor que tienen. Jacobo tiene 34 años armando el pesebre, siempre busca cambiarle la forma para que no sea repetitivo. Agregó que sus abuelos le contaron que era sumamente grande, incluso llegaron a tener 500 muñecos. Es parte de una tradición.
Pesebre de comunidad
Son formas de celebrar que no mueren, quizá en algunos lugares lo han dejado de hacer, en otros esto va y viene, pero hay comunidades que siempre se unen en estas fechas para armar su pesebre y dar la bienvenida al mes de diciembre. Tal es el caso de la comunidad Cuesta Lara, ubicada en el centro Sur de Barquisimeto, cerca del casco histórico, donde desde los primeros días de este último mes ya tenían su pesebre, vecinos ayudaron y colaboraron con piezas que se necesitaron, ellos quisieron mostrar y representar la Navidad por medio de este nacimiento. Al componer este trabajo en este sector, lo que sus habitantes querían era escenificar esta historia sagrada tan importante para la humanidad entera, además de atraer a otros para compartir esta obra de arte religioso.
Significa nacimiento del Niño Jesús
Son diferentes las maneras de representar este momento tan importante. Un pesebre puede incluir un establo en miniatura o grande, todo va a depender de la iniciativa de las personas que se encarguen de realizarlo, muñecos que representan a los animales, a los reyes magos, quienes siguieron una estrella para ver el nacimiento del hijo de Dios, a Jesucristo, y sus padres terrenales, Jesús y María. En las iglesias es vital tener esta representación, siempre los arman con la colaboración de muchas personas que forman parte de la familia pastoral, por ejemplo en la que se ubica en el pueblo de Santa Rosa, Daniel Brito fue uno de los responsables de este trabajo “junto a los monaguillos y muchas personas que se acercan y ofrecen piezas artesanales . A mucha gente le ha gustado nuestro nacimiento porque les parece atractivo la utilización de muñecos de tamaño natural, se hacen fotos y expresan que es uno de los más bonitos que han visto. Hacerlo para nosotros es un honor, recordando siempre que es parte de la verdadera Navidad”, indicó.
En la iglesia San José, una de las más importantes la ciudad, se diseña un pesebre muy particular. Cuenta con muchas piezas y animales. Está bastante completo a la vista de los visitantes y representa lo que sucedió el día que nació el Niño Jesús. Esta es la esencia de la Navidad, la forma más humilde de mostrar el significado de esta fecha especial.