Gareth Bale marcó cuatro goles, Karim Benzema tres, Cristiano Ronaldo dos y el Real Madrid arrolló sin piedad 10-2 al Rayo Vallecano el domingo para acercarse provisionalmente a dos puntos del liderato en la liga española, antes del parón por las vacaciones navideñas.
Junto con la apodada BBC, el colombiano James Rodríguez también brilló con tres asistencias ante un Rayo que, tras el tanto inicial de Danilo a los tres minutos, llegó a cobrar ventaja gracias a Antonio Amaya (10) y Jozabed Sánchez (12), pero que acusó las posteriores expulsiones de Roberto Triguero «Tito» (14) y Raúl Baena (28) y acabó siendo presa fácil para el equipo de Rafa Benítez.
«Tenemos que mejorar la atención», declaró el técnico madrileño, al que la afición abucheó al inicio del choque. «Salí tarde y no lo escuché. Tenemos que jugar bien y cambiar su opinión. En lo personal estoy bien», aseguró Benítez.
Cristiano (30 y 53) transformó el penal que dejó al cuadro visitante con nueve hombres y repitió tras el descanso para engordar a 12 su cuota de goles en el campeonato, mientras que Bale (25, 41, 61 y 70) alcanzó las ocho dianas y Karim Benzema (48, 79 y 90) completó la cuenta ante un Rayo sin respuesta y que sigue ocupando zona de descenso con 14 puntos.
«La afición del Madrid nos exige, pero no hay que echarle la culpa a nadie. Nosotros estamos con el entrenador. Ahora es cuando hay que estar más unidos», arengó el arquero costarricense, Keylor Navas.
Una semana después de perder en Villarreal, el Madrid quedó con 33 unidades y se acercó al liderato que comparten con 35 el Atlético de Madrid y el Barcelona, que horas antes ganó el Mundial de Clubes en Japón, 3-0 sobre River Plate, y disputará su encuentro correspondiente a la 16ta fecha contra el Sporting de Gijón el próximo 17 de febrero.
El Atlético tiene oportunidad de colocarse momentáneamente como líder en solitario si puntúa en cancha del Málaga al cierre de la jornada, que registró también la victoria del Celta de Vigo, 2-0 en Granada, para dejar al cuadro dirigido por el argentino Eduardo Berizzo en el cuarto lugar de la clasificación, ahora con 31 puntos. Los goles los anotaron el chileno Fabián Orellana (21) e Iago Aspas (45).
El Villarreal, quinto con 30, también venció a domicilio, 2-0 a la Real Sociedad, con doblete de Denis Suárez (27 y 88); y el Athletic de Bilbao derrotó de local, igualmente por 2-0 y con dianas de Mikel San José (55) e Iñaki Williams (82), al colista Levante.
Como hace ocho fechas en cancha del Barsa, el Rayo arrancó con ánimo revoltoso en el estadio del Madrid y, pese a encajar un tempranero gol de Danilo tras ágil transición entre Cristiano, Toni Kroos y Bale, presentó suficientes argumentos como para ponerse en ventaja antes del cuarto de hora.
Su presión adelantada inquietó a la defensa madridista, batida primero en tiro de esquina cabeceado por Amaya ante Pepe, retratada luego cuando Jozabed también le ganó la acción a Danilo para empujar un centro de «Tito» desde la línea de fondo.
Pero fue precisamente con viento a favor cuando se automutiló el cuadro visitante, que se quedó absurdamente con diez hombres cuando «Tito» volteó a Kroos en el mediocampo, resultando en tarjeta roja directa.
No tardó el Madrid en convertir la superioridad numérica en marcador favorable gracias a una cabalgada por la derecha de Danilo que acabó en centro templado para la cabeza de Bale, implacable rematador al segundo poste, y un posterior penal de Baena a Sergio Ramos que convirtió con seguridad Cristiano, raso y a la derecha de Yoel Martínez.
El innecesario derribo de Baena acarreó también otra expulsión rayista al tratarse de la segunda tarjeta amarilla, y el equipo de Benítez no desaprovechó la ocasión de ampliar su renta por vía de Bale, frío definidor en mano a mano con Martínez, tras profundización de James.
Fue la primera asistencia del colombiano ante un rival tocado de gracia, incapaz de frenar la avalancha en el segundo tiempo, cuando Benzema se apuntó a la fiesta, colocando con la diestra una generosa apertura de James, quien también facilitó el sexto a Cristiano con un centro que el portugués cabeceó impecablemente desde el punto de penal.
El Rayo era por entonces un juguete roto a manos del Madrid y en especial Bale, capaz de inflar el marcador con dos tantos más; el primero al contragolpe servido por Cristiano, el segundo tras remachar él mismo una asistencia fallida al astro portugués.
Mirando el reloj, los visitantes permitieron con parsimonia que Benzema alcanzara los dobles dígitos con otros dos goles para dejar en 11 su cuenta particular.