Cruz Mario Riera Escalona (19) y su hermano José Francisco Riera Pastrán (22) tuvieron una vida sufrida. El menor vio morir a su madre cuando apenas era un niño, mientras la madre del mayor se lo encargó a su padre y se desentendió de él.
El papá de los hermanos Riera entregó su vida a las bebidas alcohólicas; crecieron con la ausencia de los pilares fundamentales de una familia y en el camino, tomaron malas decisiones.
Vincularse al mundo de las drogas influiría para que la madrugada de este jueves, ambos fueran asesinados en la carrera 3 entre calles 6 y 7 de la urbanización Nueva Segovia, en el este de Barquisimeto, a una cuadra de su residencia.
A las 11:00 de la noche del miércoles, le dijeron a su padre apodado El Gato, que irían a comprar comida árabe en un puesto cercano. No regresaron a dormir, pero el progenitor no se mortificó porque era común que amanecieran en la calle.
Ayer, a las 6:00 de la mañana, les comunicaron a los familiares que José Francisco estaba muerto y Cruz Mario estaba gravemente herido en el hospital.
Los hechos
En la zona donde ocurrió el suceso hay varias cámaras de seguridad que captaron la sangrienta escena.
Según el testimonio de personas que tuvieron acceso al video, se observa que a la 1:57 de la madrugada los hermanos caminaban por la carrera 7 entre calles 6 y 7, un vehículo negro los emboscó, tres sujetos se bajaron y uno de ellos golpeó en la cara a José Francisco, luego comenzó una acalorada discusión que terminó cuando el mismo sujeto desenfundó una pistola, disparó a José Francisco directo en la cabeza y a Cruz Mario en el pecho.
Los criminales se subieron al carro y se fueron. Algunos aseguran que se trata de un Chevrolet Aveo y otros dicen que es un Hyundai Getz. Supuestamente en el video también se aprecia una camioneta negra adyacente al lugar de donde también se bajaron otros sujetos que participaron en el hecho.
José Francisco murió al instante, pero su hermano sobrevivió en un primer momento.
Malherido, violentó las rejas de la vivienda donde los emboscaron, tocó la puerta y pidió auxilio pero nadie abrió. La casa estaba sola.
Lo siguiente que hizo fue saltar hacia la casa vecina y pedir una sábana. Allí estaban dos señoras de avanzada edad, una de ellas dijo que se escucharon dos detonaciones y a los minutos tocaron la puerta de la casa: “Señora páseme una sábana”, le dijo Cruz Mario a una vecina que lo vio crecer.
Ella estaba asustada y le pasó la sábana por la ventana pero no le abrió la puerta. Recordó que el muchacho se lamentaba mucho, se quejaba y repetía que llamaran a su papá mientras se presionaba el pecho.
Cruz Mario estuvo desde las 2:00 hasta las 6:00 de la mañana esperando ser auxiliado, hasta que finalmente un motorizado de la policía pasó por casualidad y llamó una ambulancia al percatarse que uno de los jóvenes todavía respiraba.
Tras cuatro horas de agonía al lado del cadáver de su hermano, Cruz Mario fue ingresado al Hospital Central Antonio María Pineda por una ambulancia de los Bomberos de Iribarren, pero había perdido tanta sangre que sólo resistió unas pocas horas. A las 11:00 de la mañana dejó de respirar.
Mala conducta
Una tía paterna de las víctimas señaló que los hermanos andaban en malas andanzas, no quisieron culminar sus estudios y pese a que diariamente los aconsejaban para que dejaran las malas amistadas, no hicieron caso.
“José Francisco y Cruz Mario hicieron de las drogas su refugio, sufrieron mucho” dijo la tía.
En junio del 2013, José Francisco fue detenido por posesión ilícita de drogas, en la audiencia admitió ante el Tribunal que era consumidor de cocaína y la decisión del órgano fue enviarlo a un tratamiento de desintoxicación. Es el único expediente delictivo que posee.
Mientras que el menor de los hermanos fue tiroteado un año y medio atrás durante una pelea callejera.
La familia estaba tan cansada de las mortificaciones de los muchachos que corrieron a José Francisco de la casa. Él se fue por 20 días, nadie supo en dónde pasó aquel tiempo, pero una mañana les pidió perdón y regresó.
“Yo soy El Gato, me mataron a mis hijos ahora yo les digo que vengan y se enfrenten a mí”, repetía el papá, quien en medio de la tragedia decidió embriagarse una vez más para apaciguar su dolor.
Una prima acusó a efectivos policiales de haber perpetrado el crimen. “Yo creo que los vecinos comenzaron a denunciar y por eso los de Inteligencia los mataron” expresó.
Hasta ahora los detectives se encuentran analizando los videos y entrevistando a los testigos referenciales del crimen. Aparentemente manejan pistas precisas sobre los responsables.