El ciclista tachirense Jonathan Salinas, integrante de la selección de Venezuela, volvió a hacer un lugar dentro de los diez primeros de la jornada, al finalizar quinto en la segunda etapa de la Vuelta a Costa Rica, ganada por el canadiense Anton Varabei y que reportó el ascenso al liderato de Mainor Rojas.
El canadiense Varabei protagonizó una fuga de principio a fin con el anfitrión Emilio Molina, pero este último rodó por el pavimento en la última curva del trayecto, a muy poco de la meta, y dejó la mesa servida para su compañero de aventura. El norteamericano firmó tiempo de 3 horas, 48 minutos y 15 segundos para los 153 kilómetros de recorrido entre Liberia y Nicoya, siempre sobre terreno plano, como ocurrió el día previo.
Salinas entró en la cabecera del grupo grande, que llegó a la meta con retraso de 4 minutos y 28 segundos. Los argentinos Mauro Richeze y Enzo Moyano ganaron el embalaje en el grupo, mientras que el tachirense ingresó detrás de ellos.
En la primera jornada, Salinas había llegado de octavo, desempeños interesantes pese a que todavía no ha encontrado en el camino su terreno predilecto: la montaña.
A todas estas, el corredor que en el país es ficha de Lotería del Táchira y que alguna vez sonó para dar el salto a Europa ocupa la octava casilla de la general individual, aunque a una distancia considerable, porque aparece a poco más de once minutos del liderato.
Pese al importante margen, la carrera no está definida ni mucho menos, porque el grupo de consentidos, los de mayor capacidad en la montaña, también están a idéntica diferencia, amén de que los ocupantes de los primeros peldaños son pasistas netamente.
La tercera etapa, este miércoles, es otro “bocadillo” para los corredores que ruedan bien en el plano, porque se corre en ese terreno durante los 119 kilómetros entre Nicoya y Esparza, a la espera de la siguiente fecha, la cuarta, que ofrecerá el primer examen para los trepadores, con una porción de ascenso duro y prologado en el tramo final.