Hay que tener mucho cuidado con la lectura, y consecuentes acciones derivadas de los resultados electorales que arrojaron un aplastante triunfo para los sectores democráticos del país. Un castigo a la prepotencia, a la soberbia y a la egolatría de quienes desde el régimen se creen intocables monarcas del delito, así como para aquellos que desde la oposición, desataron vanidades personales para desconocer la histórica necesidad unitaria.
En este último caso, se corrobora aquella vieja conseja popular: “El cementerio está lleno de políticos impacientes”…
Se desatan preocupantes incontinencias discursivas en el liderazgo opositor y hasta se arrogan posiciones partidistas en el tablero representativo parlamentario: “PJ es el primer partido de oposición con 35 diputados. AD es el segundo con 25”… Amenazan y muestran cartas que deben estar en resguardo estratégico. En las primeras de cambio, pareciera que el liderazgo político no ha entendido el mandato unitario que el país le ha dado a la oposición venezolana. Más allá de preferencias partidistas o afinidades hacia posibles candidatos a futuro, el país ha señalado un claro camino de unidad hacia todos los sectores de la vida nacional, incluido el chavismo. Queremos paz y reconciliación.
Necesitamos perdonarnos para entre todos reconstruir este desastre. Empresarios, productores agrícolas, obreros, campesinos, estudiantes, sectores académicos y universitarios, amas de casa, sectores profesionales y eclesiásticos. Todos, absolutamente todos somos necesarios y debemos estar unidos en este largo camino que ha comenzado con la orden soberana del pasado 6D…
Ya sabemos que el régimen y sus dos figuras estelares, Maduro y Diosdado, no están a la altura de las circunstancias como para entender lo que les ha pasado. La lucidez mental se ha desvanecido en estos dos voceros principales para convertirlos en verdaderas amenazas. Es por ello que se hace necesario dosificar el triunfo para encausar los cambios. Exigimos mesura y mucha prudencia de parte de nuestras vocerías, porque esos votos opositores no le pertenecen a ningún líder en particular ni mucho menos a algún partido político. Esos votos son de la unidad nacional y deben respetarse. El mandato popular ha sido muy claro. El compromiso frente a la historia por escribir es de proporciones gigantescas. Debemos mantener la unidad porque de ello dependen las transformaciones requeridas para restituir la institucionalidad y sanear la economía. No podemos fallarle al país.
Mis comentarios:
-Se activan movimientos de masa en la ladera sur de Barquisimeto, como consecuencia a la anarquía y falta de control urbano que ha imperado desde hace más de 40 años en la ciudad…
-El entorno urbano informal de la Av. Uruguay, muestra las consecuencias de omisiones y permisividades que colocan a muchas familias en situación de riesgo.
-Es el momento propicio para repensar la ciudad y aplicar la ley para impedir construcciones en una ladera de alto riesgo.
-Se debe comenzar un largo proceso de reubicación progresiva de las familias que habitan en zonas de inminente peligro.
-Es un problema que requiere la musculatura financiera y presupuestaria de los tres niveles de gobierno.
-El problema es tan serio que no admite ser politizado…
No hables a oídos del necio, porque menospreciará la prudencia de tus palabras… (Proverbios 23:9)