La Uruguay no es culpable de derrumbes sino otra víctima

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La madrugada del martes 8 de diciembre, un deslizamiento de tierra en la zona alta de La Ribera, comunidad adyacente a la avenida Uruguay, en el sur de Barquisimeto, ocasionó el derrumbe parcial de cuatro viviendas, dejando en situación de calle a diez familias.

Los afectados manifestaron que la tierra comenzó a debilitarse a consecuencia de la construcción de la avenida Uruguay, en marzo de 2003, desde entonces, comenzaron a preocuparse con la aparición de pequeñas grietas en sus casas, que con el tiempo se expandieron para finalmente ceder.

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Sergio Borgel, presidente de la comisión de infraestructura del Colegio de Ingenieros, no se sorprendió por lo ocurrido esta semana. Señaló que en los estudios que ha realizado desde hace 20 años, ha comprobado que la ladera sur de Barquisimeto, desde La Ribereña a la altura de Santa Rosa hasta El Garabatal, es zona de alto riesgo, en principio por su cercanía a la falla de Boconó (propensa a eventos sísmicos) y también porque la tierra está sobrehidratada.

Pero un crecimiento desproporcionado de la ciudad y la falta de control para las construcciones, originó que la zona se poblara y ya están apareciendo las consecuencias.

Las viviendas fueron construidas fuera de cualquier norma de ingeniería. El mapa catastral indica la existencia de 200 casas entre La Ribera, 13 de abril y Comunidad de Dios, problemática que se agrava por la cercanía a una naciente natural, esto también disminuye la capacidad de soporte.

Según Borgel, todos esos factores confluyeron para que ocurriera el desplazamiento de masa, no obstante señaló que la avenida Uruguay, ubicada a 200 metros de la zona de derrumbe, no fue la responsable y ni siquiera influyó, “la avenida Uruguay es otra víctima del problema. Hace 14 años no se hicieron los estudios pertinentes y las alertas que presentamos los ingenieros, fueron pasadas por alto, ahora está padeciendo” resaltó.

La avenida presenta la misma patología que las viviendas a su alrededor: cortes y rellenos mal implementados. Hace unos 100 años la zona se rellenó encima de desechos como cauchos, palos y piedras, no se compactó adecuadamente.

Sin embargo, estudios determinaron que el tramo donde está enclavada la avenida podría soportar un sismo de 5 grados.

Pudo ser peor

El deslizamiento de tierra pudo ser peor, afortunadamente las pérdidas sólo fueron materiales.

Borgel usó un ejemplo para comparar la circunstancia actual: “cuando algo en el organismo no está bien, el cuerpo lo manifiesta a través de la fiebre, que se debe tratar de inmediato o si no las consecuencias serán graves. Lo mismo nos está indicando la situación en la ladera sur de la ciudad, hay algo que no está bien, que amerita estudios a profundidad y la acción de las autoridades” dijo.

Un desalojo es la opción que propone el especialista, aunque reconoce que no es sencillo por la falta de recursos y por la decisión de las familias en riesgo.

Estudios recientes en Japón, a raíz de eventos sísmicos, arrojaron que hay zonas en donde no deberían existir construcciones, pero que ya existen. Las autoridades aconsejaron la reubicación y para ello les dieron un plazo de 50 años.

Ojos técnicos

El ingeniero y experto en obras hidráulicas, Carlos Eduardo Triana, ha venido insistiendo en que la construcción de dicha arterial vial sí ha influido en agravar la problemática de las adyacencias.

La ha catalogado como una “obra con muchos desaciertos y con reparaciones cosméticas, basadas en lo superficial”.

Para Triana, no tiene sentido que las autoridades regionales soliciten nuevos recursos al Consejo Legislativo si las reparaciones se asumirán como se han hecho en años anteriores, donde según él, han fallado los criterios técnicos y los métodos de trabajo.

“Los ingenieros estamos quedando en ridículo al no ser capaces de reparar un tramo de 100 metros de una vía urbana que es estable en los 850 metros restantes” expresó.

El diputado Johnny Colmenares responsabilizó al gobernador Henri Falcón sobre lo ocurrido esta semana y señaló que el Consejo Legislativo no ha recibido informe concreto sobre el caso por parte del Colegio de Ingenieros.

Sergio Borgel en su defensa dijo que hace tres meses entregaron el informe pero lo criticaron.

“No es momento de responsabilizar ni asumir posiciones políticas, los invito a tomar el lado positivo de esta situación, a trabajar en equipo y a evitar tragedias” acotó.

Memorias

La avenida fue inaugurada el 27 de marzo de 2003, en los trabajos se invirtieron más de dos mil millones de bolívares. En agosto de ese mismo año presentó una falla en la calzada de descenso reparada por Emica y reinaugurada en abril del 2004.

Una nueva falla se presentó en 2010 y en los dos años sucesivos.

En agosto de 2013 se formaron grandes fosas atribuidas al tubo de drenaje de la avenida Vargas, la reparación finalizó en 2014.

Actualmente en la avenida es apreciable grietas y desniveles.

El desnivel existente entre la avenida Vargas y la Uruguay actualmente es de un metro y medio.

Los especialistas indican que es poco probable una situación definitiva, pero debe haber políticas de control, mantenimiento y seguimiento de la obra.

En 2008 también hubo derrumbe en El Pedregal

En agosto de 2008, un derrumbe se presentó en la calle Poa Poa de la Urbanización El Pedregal II, en el sureste de Barquisimeto. Los vecinos habían alertado a las autoridades sobre las evidentes fallas en la capa asfáltica, poco después siete casas se desplomaron y otras cuatro estaban en inminente peligro. El desplazamiento de una masa de tierra se debió a que el área está vinculada a  cursos de agua, también posibles rellenos que se fracturaron con el pasar del tiempo. Tres familias fueron reubicadas, el gobierno regional le asignó nuevos terrenos a tres de las siete familias damnificadas y hasta diciembre de 2015, algunas casas siguen “guindando” porque no fueron demolidas como se señaló para entonces.

La zona en cuestión presenta fallas geotécnicas y geológicas por su cercanía a la falla de Boconó.

Sin techo y desprotegidos

A la intemperie quedaron los integrantes de la familia Agüero, Betancourt, Velasco, Carucí y Bastidas. Entre ellos 19 menores de edad. Les dijeron que serían llevados a un refugio pero hasta ayer seguían durmiendo en la calle, otros en casas de familiares. Se dijo que en los próximos días se hará un decreto de emergencia que significa que en la zona podría ocurrir una tragedia en cualquier momento.

Ellos se reunieron el jueves con el mandatario regional y especialistas, dijo Henri Falcón que serán evaluados los casos de manera individual y también colectiva. Agregó que la reubicación es una entre una carta de posibilidades, sin embargo, Alexander Carucí, propietario de una casa que estaba en plena remodelación y que ahora es inhabitable, aseguró que no se les ha informado sobre tales posibilidades, “nadie nos ha dicho a dónde nos vamos a mudar, yo no he podido dormir desde que mi casa se vino abajo y estoy seguro que así estamos todos quienes nos vimos afectados con el derrumbe”.

Bomberos de Iribarren y Protección Civil inspeccionan el lugar diariamente. También fue instalado un módulo de la Policía de Lara para el resguardo de las familias.

 

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