El equipo de las Águilas del Zulia, al que usualmente le cuesta producir, se sacudió del marasmo con una “lluvia” de carreras a partir del quinto episodio para imponerse por 16-3 al elenco de los Tigres de Aragua, en el estadio José Pérez Colmenares de la ciudad jardín, con lo que suma una victoria que procura usar como “chispa” para buscar una reacción definitiva que lo saque del último puesto y lo lleve a posiciones de privilegio.
El juego llegó nivelado sin anotaciones al quinto episodio, pero Zulia se activó en ataque con el primero de los tres racimos que fabricó en el compromiso. El cuadro rapaz disparó en total 18 indiscutibles, con Alex Romero como figura principal, al disparar cuatro indiscutibles en cinco viajes y fletar dos anotaciones. El experimentado jardinero, con su .386, se afianzó en el liderato de bateo, mientras que llega a 78 indiscutibles, la máxima cantidad dentro del actual torneo.
José Pirela, Mark Minicozzi, Francisco Arcia, David Adams, Freddy Parejo y José Flores también fletaron par de carreras por lado, en la que ha sido la noche más productiva de los zulianos en la campaña.
El dominicano Julio De Paula, responsable de cinco buenas entradas, cargó con la victoria (1-0), mientras que Freddy García fue el derrotado (1-5).
Zulia se escapó con cuatro en el quinto, una fletada por Romero con sencillo, otra por Pirela con boleto que encontró las bases llenas, y un par mediante el bate de Minicozzi, que golpeó sencillo con la autopista congestionada.
Aragua reaccionó con un par en la parte baja de ese inning, producto de un jonrón con uno en base de Ben Guez, pero la tropa naranja tomó distancia considerable con un rally de siete en el séptimo que le hizo desprenderse 11-3. En la productiva entrada hubo sencillos remolcadores de Romero, Michael y Pirela, más dobletes de dos anotaciones de Arcia y Flores.
En el octavo, Zulia marcó otras cinco para cerrar su cuenta, en ese caso con sacrifly de Michael, más tubeyes de dos anotaciones disparados por Adams y Parejo.
Aragua hizo una en el cierre del octavo, empujada por Núñez, pero le sirvió de poco o nada.
