Que la oposición haya obtenido la mayoría calificada dentro de la Asamblea Nacional le permitirá gozar de grandes beneficios sin necesidad de contar con el aval de los representantes del oficialismo; como convocar referendos, separar temporalmente de los cargos a diputados, aprobar o modificar leyes orgánicas, convocar a una asamblea constituyente, crear o suprimir comisiones permanentes dentro del parlamento, entre otros.
Pero aunque suene tan fácil no será así, a partir del 5 de enero el reto será muchísimo más alto y podrían encontrarse con un camino lleno de obstáculos externos e internos.
Esas trabajas comenzarían a verse antes de que asuman la Asamblea, con medidas ejecutadas por parte de los diputados salientes que podrían acudir a todo tipo de mecanismos para impedir que las metas planteadas por la oposición sean alcanzadas.
Como el anuncio del actual Presidente Diosdado Cabello, quien le aseguró al mandatario nacional Nicolás Maduro, que nombraran a los 12 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y serán juramentados antes del 31 de diciembre, una semana antes de que tomen posesión los de la Mesa de la Unidad Democrática electos el 6 de diciembre con amplio respaldo en al menos 19 estados del país.
También que la dirección del canal de televisión de la Asamblea Nacional ANTV, pase a manos de los trabajadores, después de rechazar las declaraciones del diputado reelecto Henry Ramos Allup, quien aseguró que el medio audiovisual cambiaría porque no cumplía con sus funciones.
Debido a que a los nuevos parlamentarios manifestaron su disposición para evaluar, incluso reformar diversas leyes aprobadas en este último periodo, el presidente Maduro se adelantó y decretó una Ley de Estabilidad Laboral para los años 2016 2017 y 2018.
Para el politólogo Luis Salamanca, cualquier traba que puedan dejar los diputados oficialistas sólo afectaría al país e incluso a su propia popularidad, porque demostrarían que son acciones frente a la derrota vivida en las elecciones.
Opina que el nombramiento de Magistrados sólo dejaría ver acciones desesperadas. Los magistrados pueden ser removidos con las dos terceras partes, pero necesitan de la calificación de faltas graves respaldado por el Poder ciudadano. Incluso los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) pueden ser removidos, pero deben tener la opinión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Explica que el problema está en que el gobierno ahora ve como un enemigo a la Asamblea Nacional, lo que se podría convertir en un enfrentamiento de poderes, dejando a un Estado dividido lo que es altamente peligroso porque rompe la unidad que debería existir en una nación.
Piero Trepiccione, politólogo, no descarta que el ejecutivo tome diversas acciones para blindar ciertas áreas que representen peso para ellos, pero recuerda que la oposición con la mayoría calificada tiene la facultad de derogar cualquier medida que se pueda dejar aprobada. Sin embargo, considera que el momento por el que pasa el país requiere de mucha madurez política, interpretación profunda de los resultados electorales, de lo que la población quiere para su vida y cotidianidad.
“El presidente Maduro no está dando señales de haber comprendido el resultado electoral, el hecho de mantener la tesis de la guerra económica, la conflictividad, una narrativa dura contra los factores de oposición, no está interpretando los resultados… El PSUV y Gran polo Patriótico deben sentarse a evaluar abiertamente, profundamente que fue lo que ocurrió, en qué se han equivocado, qué fue lo que motivo a que el país votara en contra de sus candidatos, y poder generar reacomodos y relanzamiento de políticas públicas”.
Salamanca coincide en que el Gobierno no ha entendido el mensaje que le envió el pueblo venezolano en las elecciones y no tiene como responder; se han dedicado a culpar al pueblo.
El desafío de la oposición
Para Salamanca la oposición tiene mucho en juego en la Asamblea Nacional, puede hacer gran trabajo pero al ver el bloqueo que tendrá por parte de los demás poderes debería seguir profundizando el cambio político, porque la conquista del parlamento no será suficiente para tomar las decisiones que el país necesita, se requiere de correctivos.
“Lo que se está demostrando, aún si tomar posesión, es que la oposición puede caer en una guerra de desgaste en la Asamblea con el poder Ejecutivo que no le conviene”. Recordó que la opinión pública quiere cambios lo más rápido posible, especialmente en materia económica.
Las dificultades que tendrán los nuevos diputados de la oposición no sólo serán las trabas externas, sino también las diferencias que se podrían generar dentro de la Mesa de la Unidad Democrática a la hora de poner en marcha el proyecto político, tomando en cuenta que existe un grupo más radical que apuesta centrarse en la salida del Presidente de la República, mientras otro cree prioritario el levantamiento del país a través de la concertación.
Trepiccione aclara que el hecho de que se tenga una fracción parlamentaria diferente al estilo político que caracteriza al Ejecutivo no significa que deberán llevar acciones con sentido revanchista y atacando al adversario, porque se estaría incurriendo en los mismos errores.
“Los factores de la unidad deben revisar muy bien los instrumentos jurídicos aprobados en el último periodo en el parlamento, qué ha generado buen impacto y cuáles han sido negativos, evaluar cuales cambios son necesarios”.
Ley de Inquilinato y la Ley de Precios Justos, en su opinión deben ser revisadas porque han causado muchas distorsiones en el funcionamiento de la economía en general, pero en casos como la Ley Orgánica del Trabajo no debería ser integrados en la agenda parlamentaria, por ser un tema muy delicado el cual tendría que ser discutido ampliamente por el Estado, trabajadores, patronos y diputados.
