Una semana después de la aplastante victoria lograda por la oposición en los comicios parlamentarios, algunos de sus diputados electos se volcaron este sábado a las calles de la capital venezolana para celebrar junto a sus seguidores.
Una de las laderas de la barriada capitalina de Petare, de las más populosas y pobres del país, se transformó en una suerte de fiesta callejera donde el diputado opositor reelecto Miguel Pizarro, del partido Primero Justicia, se reunió con decenas de seguidores y habitantes de esa comunidad.
Entre gritos de «¡Viva Venezuela!» y contagiosas canciones populares, Pizarro y sus simpatizantes festejaron con cantos, bailes y cervezas en medio de una estrecha y empinada calle rodeada de humildes viviendas de ladrillo sin recubrir.
«Es lo mejor que Dios ha mandado en el mundo. Este pueblo está hecho pedazos. Ellos van a reconstruir esto, lo van acomodar con el favor de Dios», afirmó emocionada Esther Granados, una ama de casa 76 años, tras correr en medio de la vía y sortear algunas motocicletas y pequeños autobuses de transportes de pasajeros para felicitar al opositor por su victoria.
Granados dijo que tiene volcada sus esperanzas en la nueva mayoría opositora que asumirá el control del congreso el 5 de enero. «Ellos tienen que resolver nuestros problemas. Yo no quiero seguir haciendo colas para la comida. Yo tengo una trombosis venosa y no puedo curarme porque no hay medicamentos», agregó el ama de casa.
Elena Moreira, una comerciante pobre de 65 años, abrazó a Pizarro y dijo entre lágrimas: «Estábamos esperando un cambio. Es justicia que nos hagan un cambio después de diecisiete años de la misma gente…Tenemos todas las esperanzas con este nuevo Congreso que resuelvan los problemas de la delincuencia y la crisis económica, y le pedimos a Dios y a la Virgen que tengan fuerza para luchar por nosotros».