Los cuerpos de dos mujeres que murieron en manos del departamento de Obstetricia y Ginecología, del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto fueron exhumados, para determinar sus verdaderas causas de muerte y descartar mala praxis, de acuerdo a la denuncia de sus seres queridos.
Desde Caracas llegaron un forense y un patólogo del Ministerio Público, quienes en compañía de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de Derechos de Lara, a cargo de la Fiscal 4 Yaritza Berrios y el fiscal auxiliar Deibis Alvarado, se encargaron de practicar la exhumación.
“Me la mataron”
La señora Jacinta Tribiño fue una de las personas que se fue hasta el Ministerio Público para colocar la denuncia de la presunta mala praxis. “Entró caminando y salió con los pies para adelante. Allí me la mataron”, indica Tribiño, haciendo referencia al caso de la tercera de sus cinco hijas y la única hembra que tenía.
Se trata de Yoleida del Carmen Canelones (29), licenciada en educación, egresada de la Unefa, y madre de tres niños, una hembra de 13 años y dos varones de 9 y apenas 3 meses; a quienes dejó huérfanos el 20 de septiembre de este año.
Canelones tenía 34 semanas de gestación, el 18 de septiembre fue a consulta allí mismo en el Hospital y le dieron la orden para cesárea, pues ella no podía dar a la luz de forma natural e incluso sus dos primeros hijos fueron por cesárea. Su bebe estaba sentado y además el cordón le estaba dando la vuelta.
José Gregorio Canelón, hermano de la joven comentó que a las 5:00 de la mañana la llevó para el centro asistencial y ella se bajó caminando, le dijo a los doctores que traía una orden de cesárea y les explicó, pero quienes la recibieron dijeron que ese cuento lo traían todas y terminaban pariendo.
La señora Tribiño cuenta que quedaron sorprendidos cuando a las 4:00 de la tarde le pidieron la ropa del bebé. Preguntaban por Canelones y solo indicaban que estaba en recuperación estable pero nunca la vieron. El 19 pasado mediodía le informan a la madre que la muchacha se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), al acercase el médico del área le indicó que la dama estaba mal que sus probabilidades de vida eran de un 10%, manifestando que haría todo lo que estuviera en sus manos y que se respondía por lo que pasaba en esa área, más no por las condiciones como se las entregaron que eran responsabilidad de sala de parto.
En el momento la señora no entendió, su hija estaba inconsciente y no sabía qué pasaba, al día siguiente murió. Al ver su cuerpo observó que estaba muy hinchado, con sus partes íntimas destrozadas, además parecía como si la hubieran golpeado, tenía todo su abdomen y parte del pecho morado y una mano marcada en la cara.
Los diagnósticos eran que tenía dañado los órganos y quisieron decir que ella había llegado inconsciente, cuando era una persona sana, destacó el hermano de la fallecida.
“Allí supe que algo paso, además una amiga de ella, que es nuestra testigo, nos contó que los doctores habían indicado que primero estaba su carrera que la vida de mi hija y se burlaban”, explica la madre, quien dice sentir indignación y por todo lo vivido decidió denunciar a los tres días de haber fallecido la joven.
La Fiscalía Superior tomó la denuncia, entre tantas historias supo que había al menos diez casos, pero mucha gente le daba temor a denunciar y de tanto estar pendiente del caso conoció a la señora Virginia Reyes. Su hermana murió en similar condiciones.
Milagros Reyes, de 35 años de edad, es otra de las víctimas. La joven madre de un niño de 7 años tenía 34 semanas. Ella estaba en control con al menos tres médicos y el 22 de septiembre presentó un dolor. En consulta le indicaron Viavox, para el dolor y le indicaron que su placenta aún no estaba madura, que le faltaba.
La mujer recorrió varias farmacias y no consiguió la medicina, a las 9:00 de la noche se fue hasta el Antonio María Pineda, para ver si se la colocaban. Ella se llevó todos sus papeles y la pelvimetría en donde indicaba que no tenía capacidad para parir. A la medianoche salió una doctora y le pidió a su esposo un kits para cesárea, ellos corrieron a buscarlo pero por la hora no se pudo, a las 2:00 de la madrugada le indicó a la doctora que no consiguió que si podía darlo en la mañana y la respuesta fue que la pondrían a parir.
El esposo le dijo que no que ella no tenía capacidad, que si lo hacían la mataban y le indicó que la sacaría del centro asistencial, pero la doctora dijo que ya no podía llevársela, relata Virginia Reyes.
A las 5:30 de la mañana piden ropa para el bebé y a los 15 minutos salen e informan que hubo una complicación con la madre, pero que no se preocuparan que ya tenían un cupo en UCI. La dama recibió 34 transfusiones, entre las explicaciones que dieron es que ella tenía un tumor en el útero, y le indicaron que era benigno, cosa que no se explican sus seres queridos porque jamás se los dieron para hacer la biopsia y nunca se lo dieron, además no fue visto nunca por todos los doctores que la controlaban.
Reyes, manifiesta que la atención en UCI fue buena que el problema fue en sala de parto, manifiesta que la menor de sus tres hermanas falleció el 25 de septiembre. Ella se percató que algo malo pasaba cuando le vio sus partes íntimas y parte de su piel estaba negra, decidió al mes siguiente denunciar.
Les dieron respuesta
Debido a las denuncias la Fiscalía 4ta agarró el caso, y se apertura la investigación.
El día de ayer se hicieron las dos exhumaciones, primero procedieron con Milagros Reyes y posteriormente con Yoleida del Carmen Canelones. Ambas le hicieron la respectiva autopsia analizándole parte del cerebro, viseras, tórax y genitales, no le observaron edemas, tenían los puntos de las cesáreas.
Se les colectó como parte de la evidencia riñón, corazón, estómago, útero, las paredes vaginales, jugos gástricos, se le practicaron los exámenes toxicológicos y se tomaron muestras de ADN. Todo esto será analizado en Caracas y a través de los análisis biológicos determinarán si se le suministró algo no indebido a las fallecidas.
Jacinta Tribiño, madre de una de las víctimas manifiesta que sabe que con eso no revivirá a su hija, pero espera que se pare todos los casos que se han presentado, espera que se haga justicia y que si es de poner a alguien preso se haga, porque ya basta de tantas muertes en el centro asistencial.