Sufrida victoria de Cardenales en el extremo oriente. Las sonrisas de una ventaja de seis en el octavo se transformaron en drama cuando Bravos igualó y colocó a los visitantes contra las cuerdas.
Afortunadamente Cardenales no perdió la compostura y reaccionó para fabricar tres en el décimo y vencer 9-7 en una noche de 26 incogibles y alta tensión para un club urgido de triunfos. Luis Dorante hizo varios ajustes en la nómina tras un cálido mitin en la cueva, y el ataque funcionó. Orlando de cuarto, Noriega quinto y Solórzano en el rightfield.
Fue un encuentro de dos caras. Duelo entre los zurdos César Jiménez y Andrew Albers en seis entradas y una pequeña diferencia 2-0 gracias a un triple de Solórzano en el tercer tramo. La ofensiva hizo una labor destacada con cuatro doble plays, y cuando se anotaron tres en el séptimo y una en el octavo el mandado parecía hecho. Pero era la hora de las angustias con un bullpen que pasa por muy mal momento. Tanto es así que el mánager crepuscular llamó a su cerrador Peter Tago para lanzar en el sexto con un out.
Nada le hicieron en dos tramos, pero a continuación vino el calvario. Montoya se presentó descontrolado, dio cuatro malas a Díaz y recibió doblete de Henson. Con Castillo no fue muy diferente la situación, y el remate de la reacción indígena ocurrió ante Dayan Díaz, cuando Neal Thomas se la sacó a mitad de grada para tres rayitas que emparejaron la pizarra. Poder recuperarse tras una reacción tan recia del rival fue importante para regresar con la frente en alto a Barquisimeto.
Gran noche de Ildemaro Vargas, con sencillo, doble y triple, aparte de remolcar con boleto la rayita número nueve de los alados. Lara tiene un camino de muchos obstáculos en lo sucesivo. Desde mañana y por cinco fechas en Barquisimeto y Puerto La Cruz se enfrentará a uno de sus rivales directos, Caribes de Anzoátegui. Ojalá la ofensiva haya culminado su larga sequía y los relevistas encuentren más allanado el camino para defender los encuentros.