Bello llega a Chile con 49 años cumplidos y hubo de vivir en el país austral 36 años más; período en el cual, como gigante del conocimiento, se echa al hombro el fardo de la voluntad para hacer un país. Su obra de creación de un Chile con una cultura definida es personalmente importantísima. Hizo y prodigó poesía, crítica literaria, orientó a los educandos a fomentar el teatro. Forma una generación de poetas e historiadores. Echa las bases para la creación de la Universidad y para la organización de la educación chilena en general. En la tradición de la escuela inglesa crea una filosofía. Participa en la fundación de la nación al dotarla de un Código Civil, estructura la organización en materia política nacional e internacional. Funda el Araucano, órgano para la difusión de las ideas. Y crea la gramática como medio para orientar el uso eficiente y justo del idioma.
El 15 de junio de 1841, comenta Sarmiento El canto elegíaco de Bello, escrito con motivo del incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús en Santiago. Lo publica en el Mercurio de Valparaíso. Es un buen comentario, pero a su vez pregunta: ¿”Será cierto que el clima benigno sofoca el vuelo de la imaginación, y que Chile no es tierra de poetas?¿Falta acaso instrucción suficiente para pulsar con acierto las doradas cuerdas”? “predomina en nuestra juventud una especie de encogimiento, y cierta pereza de espíritu que le hace malograr las bellas dotes de la naturaleza, y la buena y sólida instrucción que ha recibido”. Domingo Faustino Sarmiento, es un argentino, nacido en Cuyo, autodidacta, sin formal educación, que la política lo ha hecho huir y está recién llegado a Chile. Sarmiento es un hombre de mucha visión y de convicciones culturales muy amplias. Estas inquietudes suyas hará estallar la polémica que por lo variado de los aspectos que sustenta, sin concreción, parece sustentarse solamente en el tema del “encogimiento de la juventud chilena. La polémica aborda también el Romanticismo y aunque generalmente se le asigna 1842 como el año de su inicio, en realidad su inicio corresponde como lo exponemos en la crónica a 184l. Se desarrolla en dos actos y un epílogo a cargo de don Andrés Bello con el cual se cierra y concluye la polémica yque Bello inserta en el discurso que pronunciacon motivo de la inauguración de la Universidad de Chile en 1843. Enel bando de Sarmiento están, además de él, Vicente Fidel López, argentino, y el chileno Lastarria.El panorama de la polémica es, si se quiere, aguerrido entre los chilenos por el bando bellista y Sarmiento por el bando argentino-chileno.
