Cardenales de Lara cuenta en su nómina con dos de los jugadores jóvenes de mayor impacto en la actual temporada de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. La llave de dobleplay integrada por Juniel Querecuto e Ildemaro Vargas ha rendido dividendos desde la jornada inaugural y ambos llegaron para aportar una dosis importante de energía a la organización.
En su primer año a tiempo completo con el equipo grande, Querecuto ha compartido la titularidad con Gabriel Noriega, aunque el barquisimetano ha recibido más oportunidad de juego. Vargas, por su parte, se apoderó del segundo cojín y su accionar lo mantiene en el lineup titular todos los días.
De defensiva impecable, jugadas de lujo a granel, velocidad en las bases y bateo oportuno son características que definen a este par.
Quizás el gran accionar de Carlos Rivero, Rangel Ravelo y Jairo Pérez, quienes lideran el circuito en carreras impulsadas, ha eclipsado el gran trabajo realizado por Querecuto y Vargas.
El campocorto, hijo del exreceptor de los pájaros rojos Juan Querecuto, presume del segundo mejor promedio ofensivo de Cardenales, con .336, únicamente superado por el .366 del antillano Ravelo.
El camarero, quien llegó a Cardenales de Lara junto a Víctor Acosta en el cambio que envió a Hernán Iribarren a Caribes de Anzoátegui, es el tercer mejor bateador del equipo con porcentaje de bateo de .323.
Vargas se ha convertido en uno de los consentidos de la afición larense. El carismático pelotero está lleno de energía y contagia al resto de sus compañeros de equipo, tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Querecuto, por su parte, es un poco más silencioso, pero su bajo perfil lo compensa con el desempeño en el short stop y dentro de la caja de bateo.
Desde su llegada, el mánager Luis Dorante aseguró que no le temblaría el pulso a la hora de colocar a jugadores jóvenes y a quienes llegaran en mejor condición para la semana inaugural. El estratega cumplió su predicción y la estrategia ha rendido dividendos.
Ildemaro Vargas suma 40 imparables –cinco de ellos extrabases- además de 14 boletos para un porcentaje de embasado .393. El nativo de Caripito, estado Monagas, acumula cinco bases robadas, 14 carreras producidas y 22 anotadas.
Juniel Querecuto tiene 37 petardos en 36 juegos disputados en la actual zafra. El bateador ambidiestro ha remolcado 12 carreras, además de anotar 17. El barquisimetano tiene además tres dobles y tres triples.
Ambos han recogido elogios por parte del cuerpo técnico y el resto de sus compañeros. “La competencia está bastante fuerte en el infield”, dijo recientemente el grandeliga Luis Valbuena. “Esos dos muchachos han realizado un gran trabajo y merecen estar donde están”.
Los dos viene de cumplir excelentes temporadas con sus respectivas organizaciones en Estados Unidos.
Querecuto vio acción con tres niveles de las sucursales de Rays de Tampa Bay. Inició el año en Clase A Fuerte y luego jugó con el Durham Triple A y el Montgomery Doble A.
En total disputó 89 juegos y terminó con promedio ofensivo de .256, además de 34 carrera producidas.
Vargas, de 24 años de edad, jugó con el Kane County Cougars Clase A de Arizona y bateó .321 en 86 juegos disputados
La sangre nueva le ha cambiado la cara a Cardenales de Lara, equipo que busca salir de una racha de cinco eliminaciones en las últimas seis temporadas del circuito profesional.
Se dice que en la recta final llega la hora de los hombres, pero este par se ha ganado el respeto y la admiración del cuerpo técnico, por lo que no será fácil relegarlos al banco.
Por lo pronto, la gerencia larense se apunta par de aciertos que sirven para presagiar un futuro alentador en lo que respecta el infield del equipo.