Poco o mucho, ¿cuánto ha hecho el Gobierno nacional para solventar el actual entramado económico? Dependiendo de la lupa (ideología o pensamiento) con que se mire, las medidas tomadas en 2015 serán vistas como efectivas o ineficientes.
Entre la “guerra económica” denunciada por sectores oficialistas y la “inseguridad jurídica” a la cual se resiste el sector privado, los más afectados del escenario son los venezolanos.
Al respecto el economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Luis Oliveros, comenta que algunos venezolanos podrían asumir que realmente en 2015 “no hubo medidas económicas”, sin embargo, para el Gobierno, pudo ser un año en el que se tomaron las medidas que ellos planearon de acuerdo al contexto en el cual se encuentra el país.
“El Gobierno se fijó como objetivo no tomar medidas importantes, que podrían disminuir su popularidad y afectarlo en las próximas elecciones”. Optó por un ajuste que comprendió: disminuir importaciones, endeudar el país y disminuir mínimamente el gasto público, lo cual, en términos reales, es posible apreciar.
Por tanto, el especialista sostiene que 2015 cierra como el peor año de la historia económica de Venezuela, debido a las medidas, “carentes de calidad”, tomadas por el Ejecutivo nacional. “Al Gobierno le dio miedo profundizar y tomar medidas importantes, no solamente por su bajo apoyo popular, sino porque tomar un conjunto de medidas sería ir en contra del legado del Presidente anterior”.
Sobre esta materia también se pulsó el comentario del economista y docente de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Gerardo Álvarez, quien apunta que las medidas del gobierno, representado por el presidente Nicolás Maduro, han estado desprovistas de toda racionalidad económica: aumentar los sueldos, incrementar el endeudamiento público y extender la liquidez monetaria a través de la emisión inorgánica de dinero.
“Las actuales medidas de política económica, no sólo no han podido resolver la actual crisis económica, sino que la han agravado y esto no obedece sólo al desconocimiento que exhiben quienes dirigen nuestra economía, sino también a una concepción ideológica llamada socialismo”.
Acota que el término no aparece en los 350 artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV y que “esta crisis no podrá ser resuelta bajo dicho esquema, que por demás es erróneo”.
Asimismo señala que se trata del año más precario en materia de decisiones económicas de los últimos tres lustros”.
En tal sentido, Álvarez sostiene que “la disminución de los ingresos públicos, el continuo y perverso financiamiento monetario de los déficits fiscales, la posición de minusvalía de Pdvsa y de las reservas internacionales, un esquema multicambiario inoperante e ineficiente, elevados compromisos de una inaceptable deuda externa, una escasez de productos y medicinas, una disminución de la actividad productiva nacional y sobre todo un modelo económico fracasado”, permiten inferir que la crisis económica que se conformó en el 2014 continuará hasta finales de 2015 y seguirá su camino para 2016”.
Otro escenario
En opinión de Oliveros eliminar los controles, pudo ser la medida más sencilla y quizás la de mayor bienestar. A esta suma el necesario aumento del precio de la gasolina y un replanteamiento económico del Estado, al punto de privatizar algunas empresas.
Duda que el Gobierno tome alguna medida económica trascendental en lo que resta del año 2015. “El momento estelar para la toma de medidas fue el 2014. Si en esa oportunidad no se hizo es difícil que se tomen en los próximos meses”.
Agregó que al problema económico se le junta otro de tipo político, lo que seguirá complicando aún más la toma de medidas necesarias. Continuará entonces el deterioro.
Escenario de cifras no oficiales
Una de las más condenables y criticadas decisiones o posturas de los actores económicos oficiales ha sido no publicar el estado de los indicadores macroeconómicos.
En opinión de Oliveros, resulta llamativo el silencio adoptado por el Banco Central de Venezuela, al igual que el del Instituto Nacional de Estadísticas y otros institutos del gobierno, que no han ofrecido cifras oficiales de la economía del país.
“Por primera vez en la historia hemos tenido casi un año sin cifras de PIB, balanza de pago, escasez, pobreza e inflación… algo que nunca había pasado en el país”.
Apuntó que esto constituye una violación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las leyes que rigen estos institutos, como una prueba de la destrucción institucional que atraviesa el país en la actualidad.
Por su parte Álvarez comenta que esta falta de información contraviene lo expresado en el artículo 319 de la CRBV, en el que se señala que el “BCV también rendirá informes periódicos sobre el comportamiento de las variables macroeconómicas del país”. Esta es razón de remoción del directorio y sanciones administrativas, con base en la ley.
Sería la primera vez en la historia desde 1940, año de su creación, que la institución no publica información relevante sobre la economía del país.
También recordó que se han querido manejar las cifras de manera como un contenido estratégico, que sería sólo publicado por el Ejecutivo Nacional, lo que contraviene el artículo 318 de la CRBV que reza que “las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el BCV”, así como el 319, que establece que el BCV no estará subordinado al Ejecutivo Nacional, ni podrá convalidar o financias políticas fiscales deficitarias.
Dicho por expertos
Luis Vicente León ha dicho que el país dejaría de percibir más de 30 millones de dólares a finales de ese año, producto de la disminución de los precios del petróleo, lo que afectaría la capacidad de maniobra del gobierno y su flujo de caja, lo que los ha llevado a disminuir el otorgamiento de divisas al sector privado y consecuente importación, acentuándose así los niveles de escasez.
Por su parte Luis Oliveros sostuvo que los niveles de inflación, a cierre de año, serán cercanos al 200%, la escasez próxima al 50% y la caída del PIB será de 10%.
Vale destacar que según Barcley Bank la contracción económica sería del 7% y la inflación del 190%; según Bank America, la presión inflacionaria puede cerrar en 180% y el descenso de la economía sería del 6%; y según el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Cepal, el PIB decrecerá entre un 7% y 10% y la inflación oscilará entre el 180% y 200%.
Especialistas lamentan que por ser un año electoral el gobierno no tome decisiones económicas pertinentes y, por el contrario, continúe emitiendo inorgánicamente dinero, incrementando así la liquidez monetaria, en 97% en lo que va de año.
De la Ley de Precios al aumento del bono de alimentación
1- Reforma de Ley de Precios:
Para Luis Oliveros representa la radicalización de un fracaso. “El control de precios ha sido un fracaso y muestra de ello es que tenemos la inflación más elevada del mundo, cercana al 200%, más del doble de la segunda más elevada de Venezuela en su historia”.
Precisó que a pesar de la crítica situación económica el Gobierno ha profundizado en esta práctica, como recientemente ocurrió con los huevos y la carne de cerdo. “Cada vez que el Gobierno radicaliza su error, la escasez aumenta”.
2.- Sistema cambiario y reducción del cupo viajero:
Toda acción relacionada con las divisas, fue planteada con la clara intención de reducir el ingreso de estas al sector privado y en especial a personas naturales, comenta Oliveros. “Para el Gobierno fue un éxito porque disminuyó las asignaciones, pero no termina de entender que deben generar una ventana para que las personas naturales y jurídicas tengan acceso a divisas”.
Se radicalizó el control y disminuyó la posibilidad de adquirirlas, por lo cual la demanda se volcó al mercado paralelo.
Se creó Simadi y “fue peor el remedio que la enfermedad”. Precisó que cada vez que el Gobierno cambia el proceso cambiario el procedimiento es aún peor.
3.- Reforma Contra el Ilícito cambiario
Fue descrita por Oliveros como “un saludo a la bandera”, por cuanto se desconocen los efectos.
“La carencia de divisas hizo que las personas buscaran por todos los caminos maneras de conseguilas, bien fuese para adquirir medicinas hasta diversificar su patrimonio”.
Formuló un llamado para que en 2016 se efectuara un desmontaje gradual de los controles y una unificación de las tasas de cambio, a objeto de un mejor funcionamiento de la economía.
4.- Aumento de sueldos y bono de alimentación
Para Oliveros resulta complejo criticar una medida de este tipo, al tiempo que el venezolano percibe que su poder adquisitivo presenta una disminución superior al 30%. “Más que criticar la acción de aumentar los salarios, resulta condenable la inacción para atacar la inflación, así como la falta de políticas antinflacionarias”.
Señaló como contradictorio que el Gobierno nacional pretenda colocar a competir los salarios con “una inflación desbocada”.
Acotó que el Gobierno “se vende como el protector del salario”, pero son sus medidas las que destruyen la capacidad adquisitiva.
De no hacer nada al respecto, se trata entonces de políticas populistas.
“No estoy en desacuerdo con el aumento de sueldos y salarios, pero no creo que el actual sea un momento oportuno”, comentó el economista Gerardo Álvarez, quien sostiene que los incrementos responden a la coyuntura del año electoral.
5. – Creación del Comando Nacional de Precios Justos
El docente de la UCV calificó la conformación como “burocrática”, puesto que genera una expectativa negativa en los ciudadanos quienes, al ver estos grupos, inmediatamente hacen fila en las tiendas para adquirir algún producto rebajado.
Recordó que se trata de esquemas que sólo se han apreciado en países como la Alemania comunista y Cuba, donde existe un Ministerio para los Precios.
Sobre la unificación del Ministerio de Industrias y Comercio, refirió que desde el punto de vista burocrático es positivo, ya que Venezuela tiene más de 30 ministerios y otras 100 vicepresidencias y viceministerios.
Respecto a la fusión Álvarez sostuvo que es propio en muchos otros países de economía pequeña, por lo cual la medida no escaparía de la racionalidad.
6.- Aumento de sanciones por remarcaje de productos
“Otro saludo a la bandera” comentó Oliveros, quien subrayó que se ataca la consecuencia y no la causa.
Indicó que si existiera competencia, sería la misma dinámica del mercado la que formaría los precios, puesto que en medio de la oferta, los precios más elevados, serán los de menor consumo.
Manifestó que si el Gobierno fomenta reglas claras del juego y genera verdadero incentivo para la producción y por tanto, para la competencia, se podría normalizar el mercado. De lo contrario, genera incentivos negativos.
Recordó que la presión sobre el sector privado para la disminución de los precios, registra un peligroso precedente en Zimbabue, que concluyeron en inflación, para posteriormente dolarizar de manera parcial su economía, de la mano del Fondo Monetario Internacional.
7.- Control de venta por número de cédulas y captahuella
Para Oliveros, se trata de una de las más “humillantes” en la historia del país.
“Que los venezolanos tengan que desperdiciar su fin de semana y cazar productos, perdiendo horas de recreación y tiempo familiar, para la adquisición de bienes, es una falta de respeto a los venezolanos”.
Acotó que la política de restricción de compras ha generado una nueva clase trabajadora, improductiva, que “gana mucha plata a costillas de un arbitraje”.
8.- Cierre fronterizo para el control del dólar parapelo y contrabajo de extracción
Oliveros comentó que fue una medida ineficiente que no logró controlar ninguno de estos dos indicadores. “El precio de la gasolina sigue subiendo y la escasez de productos de primera necesidad en dichos estados, es elevada.
“Fue un fracaso y tanto es así que el Gobierno ha dejado de tocar el tema y no menciona las cifras por ahorro que genera el cierre fronterizo.
9 – Constante asignación de pensiones
Las califican como positivas, pero señalan que aún restan adultos mayores sin goce de pensión, responsabilidad no sólo de gobiernos anteriores, sino también del fallecido presidente Hugo Chávez.
“El Gobierno se jacta de dar estas pensiones, pero siempre otorga mayor número de pensiones en año electoral”, dijo Oliveros.
Aseveró que estas pierden igualmente capacidad adquisitiva, debido a los problemas inflacionarios. Se trata de medidas populistas.
10 – Crecientes políticas de importación
El economista Oliveros comentó que esto podría interpretarse como un fracaso gubernamental en sus políticas de incremento de la producción nacional. “El Gobierno creyó que la bonanza petrolera y la importación serían eternas”.
Acotó que al disminuir la producción nacional y consecuentemente las divisas para importar, disminuyó la oferta de la economía, lo cual generó niveles de escasez nunca antes vistos.
En Venezuela más de un tercio de los bienes terminados son importados, número próximo a la dependencia de materia primas extranjeras. Esto impide generar a su vez producción nacional.
Dos tercios de la bonanza petrolera venezolana, desde 1999 hasta 2014 fueron empleados en exportación, dinero que podría ser invertido en el crecimiento del aparato productivo nacional.
11 – Giras para la recuperación del precio del dólar
“Son una pérdida de tiempo” que dan muestra de que la diplomacia petrolera venezolana es un fracaso”, dijo Oliveros.
Agregó que estas giras indican la baja experticia de los asesores del Presidente. “El mismo gobierno no entiende qué ocurre en el mercado petrolero… y cada vez que Nicolás Maduro habla del precio del petróleo estos bajan, porque el Estado le perdió confianza y fe como actor del mercado”.
12 – Ampliación de los endeudamientosç
Oliveros calificó los acuerdos con China como positivos. No obstante, destaca de estos la “falta de transparencia”, puesto que se desconocen, entre otros detalles, las tasas de cambio del convenio, términos de pago y otros.
Destacó que si Venezuela hubiese buscado financiamiento por otra vía, resultaría aún más costoso.
Por su parte, Álvarez calificó como “ilógico” que el Gobierno nacional haya solicitado mayor endeudamiento ante la economía China, “con la finalidad, no sólo de endeudar aún más el país, sino también de pretender crear una burbuja económica, para que los venezolanos creyeran que estamos viviendo mejor, lo cual no es cierto.”