Nuevamente un hecho terrorista ensangrentó al mundo y los grupos radicales, que quieren imponer sus razones a los demás por medio de la tortura y asesinato de inocentes, que ejecutan extrajudicialmente a sus prisioneros a través de juicios populares y que usan bombas y granadas fragmentarias para intimidar, se anotaron otro punto.
Es que todos los fundamentalistas en el mundo, en oriente y en occidente, piensan y actúan igual. Sus mecanismos son los mismos, los apliquen las FARC-EP, Al Quaeda, Hezbollah o ISIS (que aspiran al poder) o quienes ya lo han hecho (Bashar al-Asad, Mugabe o Chávez).
Por supuesto que ante este escenario los laboratorios de las teorías conspirativas ya pusieron a rodar la especie de que fue el propio gobierno francés (asesorado, cuando no, por los malucos gringos) quien reeditó el atentado al World Trade Center en Nueva York.
Estos expertos en conjuras siempre han sostenido que así como Estados Unidos nunca llegó a la Luna, el holocausto fue una invención de los judíos para quedarse con un territorio que nos le pertenece y que fue el demonio Bush (el junior) quien mandó los aviones y colocó bombas que destruyeron el símbolo emblemático de la economía mundial para justificar la guerra contra el terrorismo, Al Quaeda, Bin Laden, Afganistán, Irak y Libia, y quedarse con el petróleo de estos países.
Amigos, socios y terroristas
Llegado a este punto parece que estuviese relatando los editoriales del Canal de Todos los Venezolanos en las voces de: un maracucho que cree filosofar y raya en lo ridículo; un toxicómano, obeso y mal hablado que, aspira y espera, las líneas que de Miraflores le mandan; un psiquiatra que parece estar bajo el efecto de algún psicotrópico; un teniente capitán que se carcome en su propia bilis porque alguien se fumó una lumpia (Aristóbulo dixit) al no escogerlo a él y un turista que ha viajado 34 veces este año (Juan Pablo II en su pontificado hizo 104) y que se ha visto envuelto en algo relacionado con flores, no por el apellido de su cónyuge, sino por sus familiares por afinidad (un nexo que no se disuelve con el divorcio).
En la misma línea especulativa me pregunto ¿Quién es el gran beneficiario de los atentados en París que ISIS (tan antiimperialista como el gobierno chavista) se atribuyó?
Nicolás Maduro estaba necesitado de un escándalo que lo sacara del ojo del huracán informativo y nada más apropiado que un atentado terrorista. Su entorno pudo haber contactado a algún grupo extremista a través de un gobernador o un diputado con apellido y nexos para que, en retribución a lo invertido en campos de entrenamiento, alojamiento, becas para estudio y refugio de combatientes, le dieran una ayudita.
En Venezuela vivimos un conflicto en el que mueren más personas que las de París, padecemos a un gobierno que instauró el terror para mantenerse en el poder y tenemos una familia que se encharca en su propia miasma cuando quiere hacernos creer que los negociantes no eran tales, que cualquiera puede tener el apellido Flores (vean la nómina del Parlamento cuando Cilia lo dirigía) y que todo es la confabulación interplanetaria para afectar la gobernabilidad, como si su gestión no fuese suficiente.
Los días, las horas y los minutos están contados, aunque personajes como Noriega creían que con los gringos los negocios eran negocios, aunque para ellos lo de conspirar para introducir esa “harina” fuese polvo de otro costal.
Llueve… pero escampa
@yilales