La campaña electoral en Venezuela finaliza este jueves en medio de un ambiente tenso y grandes expectativas sobre los cambios políticos que podrían desencadenar estas elecciones parlamentarias en un país agobiado por una profunda crisis económica.
El oficialismo y la oposición convocaron este jueves a concentraciones en Caracas y otras ciudades para cerrar la campaña electoral que se extendió por tres semanas y se vio enturbiada por el asesinato de un dirigente opositor en el estado central de Guárico, entre otros hechos de violencia.
El presidente Nicolás Maduro llamó la víspera a los seguidores del gobierno a prepararse para dar la «batalla» el 6 diciembre y garantizar la continuidad del proceso socialista.
«El 6 de diciembre será un día de batalla y lucha, de definiciones y de historia patria. Es mucho lo que estamos defendiendo», dijo Maduro durante un acto político en el estado centro costero de Aragua.
Por primera vez en 17 años el oficialismo parte en desventaja frente a la oposición que figura como favorita para vencer en la consulta, según señalan las principales encuestas locales.
La coalición opositora, que agrupa a una veintena de partidos, aspira a lograr la mayoría de los 167 escaños de la Asamblea Nacional, que actualmente es controlada por el oficialismo.
La oposición ha anunciado que de lograr el control del congreso podría impulsar una serie de cambios políticos que podrían llevar a la convocatoria de un referendo revocatorio del mandato de Maduro, cuya popularidad se ha visto golpeada por una crisis económica caracterizada por una galopante inflación y severos problemas de desabastecimiento de alimentos y otros bienes básicos.