El ventajismo ilegal es fraude. Y esa ha sido la regla en Venezuela durante la vigencia del régimen rojo. Pero también hemos aprendido que el mejor antídoto son votos, por eso debemos ganar por avalancha. Al final, no hay ventajismo que pare a un pueblo en su determinación de cambiar. Sin embargo, responsablemente debemos denunciar los abusos como vacuna ante escenarios de desconocimiento de la voluntad soberana, entendiendo además que no podemos acostumbrarnos a la censura, autocensura y chantaje ejercido desde el Gobierno.
La semana pasada el CNE le abrió un procedimiento administrativo a nuestro partido La Causa R al prohibirle la difusión de una cuña que se transmitía en Televen. Un mensaje institucional que ni siquiera llamaba a votar pero que respondía contundentemente a la campaña oficial del “como sea” con noticias reales que describen la tragedia cotidiana del venezolano. Tan solo dos días después el canal Globovisión quitó unilateralmente de su cuñero todos los mensajes contratados por la MUD para darle más espacio a las cuñas oficiales. Un hecho sin precedente que tuvo que ser rectificado 24 horas después por el mismo canal al percatarse del escándalo. El hecho es que a los nuevos dueños de Globovisión no le han renovado la concesión y son presa fácil del chantaje del Gobierno.
Actualmente la proporción es 7 a 1 a favor de la campaña del PSUV. Ni hablar de los medios públicos, los cuales se encadenan todo el día a los actos de campaña de la alianza roja, cometiendo delito flagrante. Claro, es más fácil abrirnos un procedimiento administrativo a nosotros que a VTV. ¿No es así, Tibisay?
Como es costumbre, la estrategia comunicacional del Gobierno consiste en repetir que la oposición no está haciendo campaña para justificar así la censura descarada de la que es víctima la MUD. Igual pasa con las opciones divisionistas patrocinadas por el propio Gobierno. Lo del MIN es ya delincuencial y constituye un caso de malandraje político inédito en su intento de confundir al elector usurpando a la oposición. Y en el caso del MAS es realmente grotesco ver los pendones y las caravanas con camionetas último modelo en todo el país que no pueden ocultar la mano roja detrás de ese despilfarro. El miedo es libre y el desespero evidente. Pero las cosas hay que llamarla por su nombre, estamos en presencia de la campaña más corrupta e ilegal de la historia. Y todo en las narices en Leonel Fernández.
Todo esto debe convertirse en más votos, en fuerza de cambio. No es casualidad que Maduro ya se imagine la derrota anunciando que se irá a la calle. Y es que es ahí donde lo quiere el pueblo, en la calle, fuera de Miraflores. No hay abuso que detenga el cambio. Votemos, movilicemos y defendamos. Los pronósticos son todos alentadores y el escenario de mayoría calificada de la MUD es incluso probable. Hagamos historia este 6 de diciembre.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
José Ignacio Guédez
Twitter: @chatoguedez
