Mientras sonaba el pitazo final en el Olímpico de Caracas, tras la victoria por 2-0 del Deportivo La Guaira sobre el Aragua FC, en las filas del Deportivo Lara se desataba el festejo por su clasificación a la Copa Sudamericana del próximo año.
El conjunto litoralense remató al club aragüeño con global de 4-0 para sellar su avance a la final del torneo Adecuación y a la vez liberar el cupo a la Sudamericana de la Copa Venezuela y dejarlo en manos del rojinegro crepuscular por su condición de subcampeón del certamen copero, como rezan las bases de competencia del certamen en su artículo 32.
De algún modo, era un desenlace que se esperaba, porque el 2-0 que fabricó el conjunto naranja en Maracay parecía definitivo. Sin embargo, quedaban 90 minutos, pero fue otro paseo, exhibición de jerarquía, para La Guaira que liquidó con otro 2-0.
Al pie del campo, en las propias gradas del estadio ubicado en la UCV, estaba Ender Luzardo, con el pecho lleno de felicidad por un logro que consideró “es merecido”.
“Le echamos mucho pichón y nos lo merecíamos. Es lo primero que puedo decir”, indicó exultante al otro lado del hilo telefónico. “Lo dije al principio del torneo y lo estamos cumpliendo, la meta era clasificar a la Sudamericana y aquí está, se logró”, adicionó el propietario de la franquicia crepuscular, que acude por quinta vez a una copa internacional, cuarta en la Sudamericana.
A juicio de Luzardo la clasificación no pierde valor por el hecho de que haya llegado con el resultado de otro club. Sostiene que han logrado el boleto por méritos propios.
“Llegamos a la final de la Copa Venezuela y lo hicimos ganándole a cuatro equipos bien duros y difíciles. Y esa final la perdimos con un rival complicado como La Guaira, que está demostrando lo que es… llegar a la final fue nuestro mérito y, repito, esta clasificación no las tenemos bien merecida”, agregó.
Para la organización el hecho de avanzar a una cita internacional supone un logro de tanta magnitud como un título, visto que lo alcanzó con una plantilla de bajo presupuesto, pero repleta de talento, con jóvenes de proyección, que estuvieron a la altura del compromiso, por más que al final se quedaron sin “gasolina”.
Cañas al timón
“Me voy a Barquisimeto mañana (hoy) y me reúno con el cuerpo técnico. Como ya todos saben, Rafael Dudamel se va a atender sus compromisos con la sub20 y se va a quedar como técnico Alí Cañas para la próxima temporada”, señaló Luzardo ante la interrogante del sucesor de Dudamel.
El directivo se inclinó por el mundialista -fue asistente de Ratomir Dujkovic con Ghana en Alemania 2006- para darle continuidad al proyecto que es ejecutado desde hace dos años, precisamente con la llegada al banquillo de Dudamel, que marcó el final de una etapa en la que se apostaba por una plantilla de muchas figuras consolidadas para darle responsabilidad a los jóvenes.
“Este es un proyecto y queremos seguir así, que indistintamente de quien se vaya o quien llegue sea el mismo estilo, la misma filosofía, porque, además, nos ha dado resultado”, expresó Luzardo, quien, sin embargo, abrió la puerta a la posibilidad de traer refuerzos de peso para el segundo semestre de 2016, cuando tocará hacerle frente a la Sudamericana.