José Joaquín de Mora llega a Santiago el 10 de febrero de 1828, un año antes de la llegada de Andrés Bello a Chile. Procede de Buenos Aires a donde lo había llevado Rivadavia. Incursionó en la política como publicista y tuvo que abandonar el país por estas razones a la caída de Rivadavia. Era español, nacido en Cádiz, recién llegado a Chile se une al partido liberal “Pipiolo”. Clásica su formación inicial, en el mismo tiempo de la estadía de Bello llega Mora a Inglaterra. Allí abraza con furor y actualidad el romanticismo. Y será la corriente con la cual se moverá en Chile. Redacta la constitución de 1828, y con el apoyo de los pipiolos que están en el poder funda el Liceo de Chile y recibe 42 becas traspasadas del Colegio Nacional. Meneses, el director de éste último, padece el efecto. Seguidamente, el Liceo recibe 20 becas más.
Después de la batalla de Lircay, el 17 de abril de 1830, Bello se encontraba ya en Chile, el gobierno de los pipiolos pasa a Diego Portales del partido de los “pelucones”, tendencia a la cual se acoge Bello. Portales y Mora son entre sí hostiles. Estalla la polémica, Mora abre hostilidades en el discurso de la “oración inaugural del curso de oratoria pronunciado el 20 de abril de 1830”.
Mora ataca sin reparos a los profesores franceses del Colegio Nacional en el cual se desempeña Bello que sale en defensa de sus colegas. La polémica se fundamenta en la filología y en el romanticismo. Pero en el fondo, Mora busca buenas posiciones, de modo que nada importa para él lo despiadado que puedan ser sus virulentos ataques. Contra Bello dice: “Literato que no tiene más criterio que el diccionario de la lengua es poca cosa”. De los pelucones sentencia: “La raza más estúpida de cuantos pisan la superficie del globo. A Portales lo llama: “el más pillo de los pillos”. Y a Chile lo califica como “la Beocia americana”. Con Portales, la presidencia del país estuvo a cargo de José Tomás Ovalle. Mora escribe una letrilla que titula: “El uno y el otro”: El uno subió al poder/ Por la intriga y la maldad;/ Y el otro, sin saber cómo,/ lo sentaron donde está./ El uno cubiletea,/ Y el otro firma no más;/ El uno se llama Diego/ Y el otro José Tomás. Bello como Mora eran extranjeros, Pero Mora, como lo hizo en la Argentina donde confundió su trabajo con la política, en Chile repetía tozudamente su conducta. Portales, por decretos suprimió las becas del liceo de Mora. Y la polémica concluye con la salida de Chile de José Joaquín de Mora.
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