Fue designado secretario general de gobierno durante la administración de Dori Parra de Orellana, electo concejal de Morán y diputado. En la oposición lo consideran una especie de talismán, porque hasta cuando sale de suplente termina haciendo las veces de principal, como ahora. Ocupó la vacante que dejara Alfredo Ramos, ya electo diputado, al competir por la alcaldía.
-Usted nació en Cabudare en 1947 y se crió en El Tocuyo.
-Sí, nací en una casa vieja de Cabudare, a una cuadra de la Plaza Bolívar. Esa casa todavía existe. Ahí me enterraron el ombligo.
-Todo el mundo piensa que es tocuyano.
-Porque me llevaron pequeño, relativamente, a los once años. Fui monaguillo, atendía la Iglesia, en Cabudare. El padre Pedro Rodríguez nos entusiasmó, nos pidió que nos fuéramos al seminario.
-¿Qué lo hizo desistir de la idea de ser cura, acaso los malos hábitos?
-Esa no era mi vocación; apenas salí de vacaciones en el seminario le dije a mi mamá que no regresaría. Me había enamorado de una muchacha que estudiaba conmigo en la escuela. En El Tocuyo empecé la secundaria en el liceo Eduardo Blanco; al tercer año me vine a Barquisimeto, a estudiar en el Liceo Lisandro Alvarado. Luego inicié en Valencia mi carrera de Derecho. Una vez graduado regresé a El Tocuyo, y ahí nace la vinculación. Era el único abogado que ejercía en El Tocuyo.
-¿Recuerda algún caso en especial?
-Tengo una anécdota de esa época. Al final del primer período de Rafael Caldera, estaban terminando la represa de Dos Cerritos; era el gobernador Pepi Montes de Oca. Me buscó un hacendado, “Picho” Garmendia, porque la tubería que estaban pasando por el medio de su finca, la dividía. Introduje un interdicto judicial y Pepi nos manda a llamar, pues se estaba retrasando la inauguración del acueducto. Me recibió afablemente, me dijo que él conocía mucho a mi padre, que era un hombre honorable, honesto, muy trabajador, extraordinario amigo. Lo bañó en halagos y me dijo: “Pero yo quiero que resolvamos este problema hoy mismo”. Llamó a los ingenieros y se concretó un acuerdo. Al llegar en la noche a El Tocuyo le expresé a mi papá mi sorpresa, porque no sabía que era tan amigo del gobernador. Él me aclaró que sólo lo había visto retratado en los periódicos.
-¿Perdió la cuenta de las veces que ha sido candidato?
-Fui candidato a concejal en El Tocuyo, en cinco elecciones. Después estuve seis períodos en la Asamblea Legislativa del estado, como se denominaba antes. Luego salí electo diputado a la Asamblea Nacional.
-Solamente no fue candidato en 2005, cuando la oposición no participó en las elecciones parlamentarias.
-Es cierto, en la elección para el período 2005-2010 encabecé la lista, pero nos retiramos.
-¿Está invicto, nunca ha perdido una elección?
-Nunca. Recuerdo que pude haber sido concejal antes, muy joven. Mi nombre encabezaba la lista del partido cuando la enviaron a Caracas, pero al regresar no aparecía. ¡Me habían borrado! Por eso en la elección siguiente yo mismo llevé la lista a Caracas.
-Ser director de la Disip en Lara, ¿lo anota entre sus logros?
-El entonces secretario general de gobierno, Gonzalo Ramos, me dijo que necesitaban a un abogado joven para ese cargo. Por qué no buscan a otro, le dije. Insistió en que deseaban limpiar la imagen de ese organismo policial. Después Dori Parra me llamó al partido, me pidió que lo pensara bien y le argumenté que no tenía vocación para eso; antes no la había tenido para ser cura. Pero era difícil decirle que no a Dori Parra. Acepté un año.
-¿Es verdad que el suceso más notable ese año fue un niple que estalló en Cabudare?
-Sí, justamente pasó algo por la falta de experiencia. El gobernador, Hernán Rodríguez Araujo, estaba preocupado, temía que se tratara de un acto subversivo. Me llama Gonzalo Ramos para que le diera un reporte acerca de ese niple. Tuve que confesarle que no sabía nada del fulano petardo. “Y ¿ustedes no son el cuerpo de seguridad?”, me increpó escandalizado.
-Usted duró muchos años bajo las alas de Orlando Fernández, ¿qué aprendió de él?
-Orlando ha sido un líder en el estado, demostró sensibilidad social para desarrollar desde la gobernación muchos programas que llegaron hasta las bases de la población. Eso hace que tenga todavía una buena presencia en Lara.
-¿Estima que fue un buen gobernador?
-Tuvo muchísimos aspectos positivos. La gente lo recuerda porque combatió algo que hoy es uno de los problemas fundamentales: la inseguridad. A veces le reprochaban sus métodos, pero en la actualidad le hacen un reconocimiento extraordinario en todas partes, por eso. Se ocupó de los programas sociales, de la salud, del deporte; y hay algo que debo destacar: la honestidad de su gobierno, y la honestidad de él.
-¿No se ha vuelto monotemático en relación a Yacambú? Cuando los periodistas lo ven, ya saben de qué va a hablar.
-No me importa. Es que vale la pena correr ese riesgo en defensa de una obra tan importante. Hay que ser machacones, hablar de Yacambú en forma permanente, y EL IMPULSO ha sido pionero en esta lucha. Ese proyecto garantizará unos 3.000 litros de agua por segundo como complemento del agua que reciben Quíbor, Barquisimeto y parte de Cabudare. El déficit actual de Barquisimeto es de 1.800 litros por segundo. Además, con Yacambú se podría quintuplicar la producción de hortalizas en el Valle de Quíbor.
-El Gobierno asegura que ha invertido 800 millones de dólares desde 1999 en ese proyecto.
-Yo diría que es un poco más. Parte del problema con el Gobierno es que no informa bien, pero de acuerdo con las revisiones que hemos hecho son alrededor de 1.000 millones de dólares, desde 1999 a 2012; mientras que desde 1972, cuando se inició la obra, hasta 1998, se invirtieron unos 500 millones de dólares. ¿Cuál es la diferencia?: que de 1972 a 1998 se llega a 60% de ejecución en término promedio, tanto en la obra de regulación, la represa, como en el trasvase. En 1998, del total de 24 kilómetros del túnel estaban concluidos 19, aproximadamente. En estos 16 años se avanzó 30% con 1.000 millones de dólares. Sería bueno saber dónde está esa inversión.
-A estas alturas mucha gente ha perdido su fe en Yacambú.
-Yo creo que debemos mantener viva la esperanza. De acuerdo con los técnicos, es viable. Los trabajos tienen que ser acelerados. Ojalá el Gobierno entienda que esa obra será de beneficio para Venezuela entera; no sólo potenciará al estado Lara. De unas 4.000 hectáreas en producción pasaríamos a 20.000 hectáreas. Imagínate el emporio agroindustrial que se generaría alrededor de Yacambú. Hablamos también del derecho a la vida, porque más de un millón doscientas mil personas tendrían asegurada agua de calidad y en cantidad suficiente.
-Volvamos a su currículo político. Usted milita en OFM.
-Ahora en Un Nuevo Tiempo.
-OFM se fusionó en 2012 con Un Nuevo Tiempo. ¿Por qué no se plegaron a Avanzada Progresista?, por ejemplo.
-Los partidos regionales, que vivieron una etapa importante en el país, por la descentralización, empezaron a sufrir deterioro cuando el Gobierno decide centralizarlo todo, hasta la propia política. Hicimos una consulta a dirigentes y militantes de OFM. Ellos, en un 92% aproximadamente, decidieron que la fusión debía ser con Un Nuevo Tiempo.
-¿Qué criterio privó?
-Quizá fue porque la relación nuestra con Un Nuevo Tiempo era de vieja data. Nosotros ayudamos a construir ese partido, en los trámites para hacerse nacional. Yo fui jefe de campaña de Manuel Rosales en Lara, en el año 2006, cuando fue candidato presidencial.
-Por cierto, ¿cómo explica usted el misterio de la entrega de Rosales? Luego de seis años de silencio en el exilio, regresa y es arrestado en el más sordo y extraño de los escándalos.
-Manuel vino a dar la cara. Tiene varios aspectos positivos el hecho de que haya regresado. Primero, porque eso le permitió decirle al pueblo venezolano que hay una esperanza latente. La gente percibe que si él no confiara en el triunfo del seis de diciembre, no habría venido. Lo segundo es que su arresto permitió revivir la caracterología de un régimen violador de los derechos humanos, dictatorial. Manuel Rosales sabía lo que le esperaba.
-Sin embargo ese caso ha pasado por debajo de la mesa, no provocó impacto alguno.
-El efecto, fundamentalmente en el Zulia, es positivo; recuerda que esa es una de las principales circunscripciones electorales del país.
-Hubo muchas versiones. Se especuló que había de por medio un arreglo con el Gobierno.
-La situación de Rosales despejó todos esos corrillos, esos comentarios que se fomentaron alrededor de su regreso. Hasta gente que nos acompaña aseguraba que dos o tres días después de celebrada la audiencia lo liberarían. La realidad es que ni está en su casa ni lo dejan ver.
¿Denuncia y olvido?
-Usted formuló sonadas denuncias en la Fiscalía contra Henri Falcón en el caso del Triángulo del Este, cuando él era chavista y estaba al frente de la alcaldía. ¿Es ético olvidarlo sólo porque Falcón se mudó a la oposición?
-En esas denuncias sobre el caso del Complejo Ferial, fundamentalmente, participaron Freddy Pérez, Macario González, Orlando Fernández. El Gobierno hasta nos llamó desquiciados. No quisieron hacer absolutamente nada; lo archivaron en las gavetas de la Fiscalía, de la Contraloría. En una doble moral reviven el caso luego de que Henri Falcón se deslinda del Gobierno nacional.
-¿Ellos lo reviven y ahora es usted quien lo engaveta?
-Ya nosotros hicimos lo que teníamos que hacer, ¡todo! La corrupción tiene que ser perseguida estemos donde estemos.
-Barquisimeto se quedó sin el Centro de Convenciones ofrecido. El Concejo Municipal amenazó con reabrir la averiguación y de repente todo volvió a quedar en silencio. ¿Qué es lo que pasa? ¿No hay aquí una sociedad de cómplices?
-El Gobierno, como en muchos otros casos, ha tocado estos asuntos por razones de orden político. Mientras la Fiscalía, la Contraloría, no tomen decisiones, evidentemente no se llegará a nada, porque nosotros no somos autoridad competente. Todo lo que teníamos lo llevamos hasta esas instancias.
-Hablando de denuncias sin destino, hace unos días Macario González y usted viajaron a Caracas para pedir en la Fiscalía una averiguación en el caso de los sobrinos de Cilia Flores, casi una semana después de su arresto en Haití. ¿Cómo es que, en plena campaña electoral, nadie se había ocupado de eso? ¿Miedo o dejadez opositora?
-No tengo una explicación. Esa solicitud de investigación fue coordinada con el secretario de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba; asumo que por eso se esperó nuestra gestión. También se había acordado que el mismo martes íbamos a solicitar un derecho de palabra en la Asamblea Nacional, pero el Gobierno decidió no hacer sesión ese día. Nosotros le pedimos a la Fiscalía que investigue el Cartel de los Soles, porque hay casos de narcotráfico en los cuales han sido señalados altos funcionarios militares. Ahí están, por ejemplo, todas las implicaciones del caso de Walid Makled, quien fue silenciado junto al expediente. También el decomiso de 1.800 kilos de cocaína cerca de Carora, caso en el cual estuvo detenido un comandante del Ejército. El actual gobernador de Trujillo, general en jefe Henry Rangel Silva, ejerció sus influencias para que lo liberaran. Hoy ese militar es funcionario de la gobernación de Trujillo. Aquí en Barquisimeto se detuvo a un peligroso capo de la droga, Farid Feris Domínguez, jefe del cartel del Norte del Valle de Colombia. Le encontraron credenciales como funcionario de la policía de Lara, cuando el comandante era el entonces coronel Jesús Armando Rodríguez Figuera. Y, ¿qué le pasó a ese comandante?: ¡lo ascendieron, de coronel a general!
-¿Estos hechos califican para arribar a la conclusión de que estamos en presencia de un narcoestado?
-Esos hechos, y muchos otros más que han quedado en el limbo, refuerzan esa percepción. ¡Eso es muy grave! Es un fenómeno que estremece los cimientos de la sociedad venezolana. El caso de los sobrinos de Cilia Flores es muy peligroso, porque toca a la mismísima familia presidencial. No son cualquier persona.
-Luis Reyes Reyes acusó a la oposición de usar fondos del narcotráfico en la campaña electoral. Por cierto, nadie le ha respondido.
-Yo le diría al comandante Reyes Reyes que eso hay que precisarlo. Lo emplazo a que dé nombre y apellido, porque yo puedo dar nombre y apellido de familiares de él que aparecen negociando una flota de vehículos con testaferros del ‘Loco’ Barrera.
-¿Tiene pruebas de eso?
-Sí, cómo no. En este momento no las cargo, pero las tengo. Yo creo que estas cosas no se pueden dejar en el aire. No es posible que un Gobierno con todos los instrumentos a la mano para investigar denuncias como esas, las ignore. Que el comandante Reyes Reyes diga eso y no lo concrete, es algo muy serio. Yo lo emplazo a que diga de una buena vez quiénes son esas personas de la oposición que pudieran estar usando dineros del narcotráfico, porque yo sí estoy dispuesto a presentar mis pruebas, donde sea; porque existen, forman parte de un expediente, no lo estoy inventando. Es una vieja táctica del Gobierno endilgarle al adversario lo que ellos son.
Un afiche de Chávez en Carora
-Usted va de segundo en el voto-lista de la MUD. Para que salga electo, la oposición deberá duplicar al oficialismo en Lara. ¿No está en riesgo su racha invicta?
-Estamos trabajando para el triunfo. En Lara, así como en el país, ha arreciado la frustración de la gente, la decepción con el Gobierno, frente al desabastecimiento, la escasez, la inflación. Este es un Gobierno que ha actuado en forma criminal. ¿Cómo es posible que, con un pueblo tan necesitado, hayan retenido cargamentos de comida en los puertos para repartirla ahora en la campaña electoral? Siento que los venezolanos quieren contribuir con su voto a lograr una Asamblea Nacional decente, muy distinta a la de ahora. No soy iluso al creer que en Lara tenemos la posibilidad de duplicar a los candidatos de Maduro.
-Pareciera que la frase “ganar como sea” sembró temor, matrizó la idea de que el Gobierno lo hará todo con tal de no perder.
-El Gobierno siempre ha apelado a esa terminología para sembrar miedo, pero ya la gente lo perdió. No van a detener el cambio con esa manipulación, pues es algo que está internalizado en todos los estratos sociales. El país sabe bien que la única manera de ganarle al Gobierno es acudiendo a votar en forma masiva. Lo ocurrido en Argentina ha enviado un gran mensaje. Allá también pregonaron que si Macri ganaba iban a ser eliminados los programas sociales, pero los argentinos no creyeron eso, se apostó a sacar del poder a una casta corrupta, muy parecida a la de Miraflores. La conclusión es que si allá se pudo, aquí también se va a poder el seis de diciembre.
–Usar la imagen de Chávez en la campaña le ha permitido al PSUV recuperar algunos puntos.
-Mira, yo te voy a responder como me dijo una viejita en un barrio de Carora. Ella tenía afuera en su casa un afiche de Chávez. Entré, saludé a la familia; la señora, ya mayor, me reconoció y me mandó a pasar. “¿Por qué no nos tomamos una foto aquí?”, me dijo, con el afiche, ella en medio. Entonces se volteó y señalando a Chávez exclamó: “Ya él murió, Maduro es otra cosa, no pudo”.
-¿Qué responde usted a quienes piensan que a la oposición venezolana le falta decisión, coraje, demostrar un espíritu más resuelto e irreverente?
-Mira, yo estoy convencido de que si la oposición no hubiese hecho lo que está haciendo, nosotros no seríamos una alternativa real de cambio en Venezuela.